IX LORCA ROCK

CIUDAD: Lorca (Murcia)
FECHA: 17 de junio de 2006

Un año más, el bus de Los+Mejores se puso en marcha dirección a tierras murcianas a disfrutar de una nueva edición del ya clásico Lorca Rock. Este año eran bandas como Whitesnake, Queensrÿche, Twisted Sister, Exodus o Gotthard los puntos fuertes del cartel y lo cierto es que las buenas expectativas musicales que se auguraban con sólo leer nombres del cartel se cumplieron en la mayoría de los casos.

La zona del festival se ha cambiado un año más y esta vez era en el recinto de Santa Quiteria, justo enfrente del lugar del año pasado (donde esta vez se ubicaba la zona de acampada, aparcamientos y demás) y en un amplio recinto formado principalmente por dos naves/ carpas techadas, una más grande y otra más pequeña (escenario Alfa y Beta respectivamente), aparte de la correspondiente zona de mercadillo, barras…

Tirar un poco de las orejas a la organización un poco antes de empezar es obligatorio porque, una vez más, había muy pocos servicios públicos, los puestos de comida eran prácticamente inexistentes (afortunadamente había bares y puestos fuera del recinto que suplían perfectamente esta carencia, pero…), el tema de los pases VIP a 50 euros fue cuanto menos poco satisfactorio para todo aquel que quisiera pasar un rato con sus músicos favoritos, las fuentes públicas brillaban por su ausencia y el calor, especialmente en el escenario Beta (por mucho que fuera ‘zona de sombra’ a modo de minipabellón) era muy crudo. De todos modos, aparte de pequeños detalles, creo que todo ha funcionado de manera correcta, se ha cuidado por una vez el tema de los precios de las bebidas, se ha repartido agua a las primeras filas y crema solar (aunque esta vez no hacía mucha falta por ser casi todo el recinto techado, pero, bueno, ahí está el detalle).

El sonido ha sido correcto (y esto no quiere decir bueno, no nos equivoquemos) pese a momentos puntuales en los dos escenarios, y la mayoría de los grupos han cumplido perfectamente con su papel de protagonistas positivos de un festival que crece año tras año en lo que al cartel se refiere; con todo, me sigue pareciendo que diecisiete grupos en un mismo día, por mucho que se repartan en dos escenarios, es excesivo e innecesario; con diez hubiera sobrado y además hubiésemos podido verlo todo sin que las actuaciones se solaparan como ocurrió, por ejemplo, entre Twisted Sister y Exodus o Anvil y Whitesnake.

Vamos con las actuaciones en sí que, en el fondo, es lo más importante de un festival junto con el, una vez más, exquisito comportamiento de un público que demuestra con creces año tras año que el público Heavy hace mucho que se quitó merecidamente el calificativo de ‘problemático’.

El festival comenzó en el escenario pequeño con la actuación de los colombianos Massacre, una buena banda de Death Metal muy ‘cafre’ que gustó bastante a los seguidores de lo extremo.

A las 14 h., en el escenario grande, abrían Tigertailz y lo cierto es que fue una actuación interesante de los ‘gatos vampíricos’, Hard Rock bailón para empezar a ritmo de “Love bomb baby”, “Living without you”… Eso sí, buenos entretenedores y malos músicos, las cosas como son.

Tras ellos me dio tiempo a ver el final de la actuación de los griegos Firewind, buena banda de Heavy Metal melódico liderada por el súper guitarrista Gus G., que gustó bastante al respetable con una buena actuación.

Comenzaba Gotthard en el otro corriendo, y estos son unos ‘de los míos’, así que tirando para allá que es gerundio. Los suizos gustaron muchísimo a base de ese Hard Rock de base cien por cien Whitesnake/ Purple y, sin duda, fueron unos de los triunfadores del festival (no en vano, fue posiblemente la actuación con más número de público junto con House Of Lords, exceptuando a los tres cabezas de cartel). Muy grandes y un 10 para el vocalista Steve Lee, un ‘frontman’ a la vieja usanza que me encantó exactamente igual que lo hace en disco.

En el escenario pequeño estaban tocando Nightrage, una buena formación nórdica de Death Metal melódico pero tocaba descansito después de Gotthard, así que fue hora de cervecita y bocata aunque me hubiera gustado verles; las cosas como son (esas ‘solapaciones’ dichosas…).

Desde las 5 h. la presencia en Alfa era obligatoria porque allí estaban los padres del Glam y el Hard americano ‘ochentero’ (por mucho que ellos sean fineses), los Hanoi Rocks de Michael Monroe y Andy McCoy que maravillaron a propios y extraños con un concierto roquero de aúpa. Mezcla de clásicos y nuevas composiciones para uno de los mejores conciertos de todo el festival. Grandes, muy grandes, y además el ‘dire’ y yo tenemos fotito de lujo con Michael Monroe, je, je.

Tras ellos me dio tiempo a ver el final de la actuación de Onslaught, mítica formación de Thrash Metal 100% ‘old school’ que se ha reunido después de muchos años y está a punto de sacar nuevo disco. A tenor de lo visto en el escenario, el regreso discográfico va a ser la bomba. Muy cañeros, mucha tralla… y mucha gente para ver el regreso de los, en su día, liderados por Steve Grimmet de Grim Reaper.

Entre el final de este concierto y el principio de Chris Caffery, me perdí el esperado concierto de House Of Lords pero es que en la edición 2006 del Lorca era imposible estar a todo y esta vez preferí caña a más Hard Rock, así que me quedé en el pequeño (Beta) a ver qué tal se lo montaba el guitarrista de Savatage en solitario. Al final, conciertazo del rubio Caffery a base de temas de su primer disco y clasicazos de Savatage como “Sirens” o la macarrísima “Power of the night” que cerró el concierto. Por cierto, en escena le acompaña Nick Douglas, bajista de Doro.

En el escenario grande tocaban Ill Niño pero no iba a perder mi tiempo viendo un concierto de Nü Metal con la de cosas más interesantes que tenía que hacer (¿cenar, dar un paseo por el mercadillo, hablar con amigos, mirar niñas guapas…?) y ver en un rato a la leyenda canadiense Anvil, así que eso: el Nü para quien lo soporte, pese a que nos dijeron que no se lo hicieron mal. Pasadas las 21:00 h. ya estaban encima del escenario las huestes de Lips para ofrecernos un concierto bastante divertido de una de las bandas más cañeras (aunque hagan Heavy Metal con sonido intermedio entre el yunque de sus portadas y el Rock de sus ídolos AC/DC) y míticas del festival. Sólo pude ver la mitad del concierto -que empezaba Whitesnake– pero gustaron mucho a base de clásicos como “School love”, “Metal on metal” o “Mad dog” (si no lo habéis hecho, tenéis que ver ese videoclip).

Y nada, empezaba la ‘serpiente blanca’ y el escenario grande se encontraba ‘petado’ para ver a Coverdale y compañía. Muchos clásicos, elegancia, maestría y clase sobre el escenario (voz menos), destacando a la bestia Tommy Aldridge, el buen hacer de Doug Aldrich a la ‘guitarra sementera’ y, por supuesto, la clase y magnetismo de Coverdale pese a que de voz cada vez ande menos sobrado. Eché de menos un ‘set list’ diferente (fue exactamente igual al de la anterior gira con dos temas menos) pero aún así fue imposible no vibrar con “Here I go again”, “Take me with you”, “Burn”, “Crying in the rain”, “Give me all your love” o el clasicazo “Still of the night”, pese a que de los tres conciertos de ellos que vi fuera el que menos me gustara.

En el otro escenario tocaba Devil Driver, la banda del ex cantante de Coal Chamber, pero los Twisted Sister son sagrados, así que no me moví de éste. Me dijeron que D. Driver estuvieron bestiales de todos modos con su Thrash Metal mezcla de vieja escuela y una propuesta algo más actual, que sonaron demoledores y que, para quien le guste el estilo, son una banda muy a tener en cuenta de cara al futuro. Y casi a la una aparecieron las huestes de Dee Snider y aquello de repente se convirtió en una fiesta ‘ochentera’ donde nadie dejó de bailar y cantar los himnos inmortales de la banda más macarra que hubo, hay y habrá encima de un escenario. Una vez más, bestial el concierto de las ‘hermanas travestidas’ aunque con un ‘set list’ algo más escaso que las últimas veces. Me quedo con el apunte de Jay Jay French: “Hay muy pocas bandas que hayan cumplido treinta años encima de un escenario, T.S. ya es una de ellas”, y la frase de Dee Snider al final: “A los de las últimas filas que habéis visto el concierto sentados, ¡que os jodan!” ¡Eso es actitud, coño!

Me jodió perderme a los míticos Exodus de la Bay Area, pero otra vez la coincidencia fue imperdonable y, además, el cansancio comenzaba a hacer mella de manera muy seria, así que hubo que parar para esperar a Queensrÿche. De todos modos, Exodus hicieron un concierto extraño, pues fue demoledor pero centrándose demasiado en la última etapa de la banda (es cierto que sólo queda el guitarrista Steve Souza de la formación original pero…) y eso es algo que gustó muy poco a los viejos seguidores de la banda.

Pasadas las 3 h. aparecían por fin en escena y por primera vez en España los Queensryche y lo cierto es que sorprendieron muy positivamente y nos encantaron. Fue un concierto muy teatral de todos modos, centrado en la primera y segunda parte de “Operation mindcrime” y donde Pamela Moore (la ‘hermana Mary’) y Geoff Tate compartieron acertadamente tareas vocales. Me emocioné mucho al escuchar por fin en directo “Eyes of stranger”, “I don´t believe in love” y “Empire” pero sigue siendo imperdonable el que nos robaran la magia de “Queen of the reich”. Hay ciertos clásicos especiales y no tocar el ‘tema bandera’ fue feo, Geoff.

Pues esto es lo que dio de sí la edición de 2006 de Lorca Rock. El balance es positivo una vez más, aunque creo que no soy el único que piensa que, otro año, tampoco se acertó con el recinto. Si, al final, el mejor sigue siendo el cuartel por mucho que la organización piense lo contrario.

David Esquitino
Fotos: Jon Marin

 


 

TED NUGENT

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Macumba
FECHA: 1 de junio de 2006

Sigo con la boca abierta y con los ojos como platos al recordar lo que tuvimos la oportunidad de ver (y oír, por supuesto) de la mano de uno de los personajes más controvertidos (¿y qué genio no lo es?) de nuestra escena musical de toda la vida.

Según entrabas a la sala, es cierto que mosqueaba un poco el ver el escenario flanqueado por una enorme bandera americana de fondo (pese a que hubiera otra española en una esquina como detalle de buen rollo, las cosas como son), aunque en cuando empezó el concierto todo esa parafernalia política y yanqui se quedó en anécdota. Detalles aparte, vamos con lo realmente importante porque el concierto que nos brindó Ted Nugent fue de quitarse el sombrero. En formato de trío y con dos musicazos a su vera como son el batería de Dokken, Mick Brown, y el bajista trotamundos Barry Sparks (ex Dokken, Alice Cooper, MSG…), se nos presentó de nuevo el loco Nugent después de aquel mítico concierto en el Pabellón del Real Madrid hace ya casi 25 años, y la sensación es que los buenos vinos añejos no mejoran con los años, ¡se hacen supremos!

Increíble sonido, una fuerza eléctrica como nunca había oído en una sola guitarra y, sobre todo, clase, potencia y elegancia conjugadas a la par en un concierto perfecto, soberbio, pleno de locura controlada y que seguro que dentro de otros 25 años se recuerda con el mismo cariño e impresión positiva de aquella primera vez (aunque ahora ya sin taparrabos pero sí con la misma cola de mapache).

En el concierto en sí cayeron ronda de clásicos, como “Wango tango”, “Turn it up”, una salvaje “Great white buffalo” o la imprescindible “Cat scratch fever”, aderezados con la magia, simpatía (por mucho que aborrezca las ideas políticas y actitud fascista del bueno de Ted en su ‘vida normal’), ‘feeling’ y talento supremo de un grande, grande de nuestro mundo roquero. Destacar que a mitad del concierto salió Chad Smith (batería de Red Hot Chili Peppers que tocaban en Madrid al día siguiente) a tocarse dos temas con la banda y lo cierto es que fue alucinante constatar lo buenísimo que es (todos de acuerdo en que se comió a Mick en sólo dos temas y eso que el rubio batería tocó de lujo).

En definitiva, una pasada de concierto y sólo puedo calificarlo como de lo mejorcito que yo he visto y oído en mucho tiempo: Puro Hard Rock ‘setentero’, Rock sureño y, realmente, Rock supremo atemporal de la mano de una leyenda viva. Genial.

David Esquitino

 


 

VÍKTIMAS DEL JÄUS

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Stones Rock Bar
FECHA: 14 de junio de 2006

Con la boca abierta que me ha dejado este nuevo grupo formado por peña de Salida Nula, Matando Gratix y Doble Gota. Increíble el espectáculo que dieron y con más mérito aún teniendo en cuenta que era su segundo bolo. El concierto se celebró en miércoles y petaron el bar Stones. Desbordaron Punk-Rock por los cuatro costados. Es un grupo que tiene ese ‘no sé qué’ que hace que conecte a la perfección con el público, el cual que no paraba de bailar al son de sus canciones a pesar de ser desconocidas para la mayoría de nosotros. Nos regalaron diez canciones (que nos supieron muy bien) con tonos muy reivindicativos con temas de fondo como la inmigración, la violencia doméstica o el abuso policial. Quedaos con este nombre, que seguro que van a dar mucho que hablar.

Marco Vara