La música, como la ropa, puede ser asimismo de Entretiempo. Es posible que resulte refrescante en temas como «El minibar», atrevida en su diseño como en «Una bala» (con el apoyo de Laura Rodríguez en los coros), epidérmica y muy «ponible» en el caso de «Vaya tela» o un poco más de vestimenta cómoda-pero-informal gracias a los teclados de «Su tablero» . También sale sola cuando la cosa se pone más íntima (el medio tiempo «Vida de rock and roll») o terminas rajándotela en el escenario con la veloz euforia de «No quiero trabajar».

Los diseñadores que han inspirado su colección son Platero y Tú, La Fuga, Rulo y la Contrabanda, Poncho K, Pereza y demás modistos del puro Rock en castellano. Su línea más ligera trabaja con materiales transpirables como los de «Mi secreto» -con el siempre eficiente violín de Moha «Mago de Oz»-, los tejidos rítmicos y latinos de «Nuestro lugar» o los que aligeran la versión acústica de la última costura de su  desfile: «Libre».

Las primeras prendas de esta marca madrileña del Rock and Roll Urbano más cercano al Power Pop llegaron en octubre de 2013 desde la capital y la zona norte de la Comunidad. Fue entonces cuando Nacho París (voz, guitarra, coros y compositor de la práctica totalidad de las canciones) y Adrián León (guitarra solista, coros y autor de «Mi secreto») pusieron en marcha este proyecto, hoy cuarteto, que comenzó con un concierto acústico y por el que pasaron un par de músicos hasta su actual configuración junto a Mario Junquera (Hammond y piano) y Salva Marqui (batería y percusión). Pepe Tesoro fue su bajista  hasta hace unos meses. Su baja en la formación será cubierta en breve. En ello están…

Las baterías en estudio que aparecen en este debutante «Cantando en la lucha» fueron grabadas por Lete G. Moreno (Ángel Stanich), en tanto Óscar J. López, productor del disco y componente de Siete Almas, colaboró con su guitarra y/o coros en cinco de las nueve canciones del álbum. Además, compartió con la banda todo lo relativo a los arreglos.

La portada de «Cantando…» tiene su mérito, como cualquiera que se atreva con ese estilo naif que tanto gusta pero que tan difícil resulta de plasmar en su justa medida. Por cierto, nos ha encantado saber que uno de sus primeros conciertos tuvo lugar en la Fiesta de la Primavera de la Universidad Autónoma de Madrid. ¡No sabíamos que aún se celebrara!

Por último, no nos confundamos con Entretiempo. Su música es liviana, pero suelen tocar en eventos de causas justas e incluso políticas. «Vaya tela» recoge el guante del mensaje de «Tranquilo majete», el éxito de de Celtas Cortos, a la hora de denunciar la pasividad frente a la injusticia, mientras que en «Su tablero» dejan claro de qué lado están en la partida de la vida. Ellos sí saben dónde se encuentra «Nuestro lugar» y lo que supone ser «Libre», lo que no quita para que se diviertan como «Una bala» en «El minibar», con la «Vida de rock & roll» y los amoríos propios de la edad («Mi secreto»). «No quiero trabajar» es un buen lema, aunque mejor para cantarlo en fin de semana. Frente a la conciencia está la diversión, you know, my friend

Leo Cebrián Sanz