Retomamos este breve pero interesante artículo que escribió Fran Llorente, colaborador de nuestra impresa durante muchos años.


En estos tiempos raros donde vivimos paradojas inquietantemente extrañas, en estos días que hay más oferta musical que nunca al alcance de casi todos, gracias a las descargas “gratis total” vía Internet, con una escena muy atomizada y con el público reclamando viejas glorias y leyendas mayúsculas tipo Police,rock-libro U2, Rolling Stones, AC/DC o Metallica… (a precios desorbitados), en estos tiempos en los que la buena música (y el Rock particularmente) está vetado en las grandes cadenas de televisión generalista, que emiten basura como nunca, para alimentar los cráneos complacientes y adocenados, en esta meseta esteparia la cultura musical va decreciendo a pasos agigantados en las nuevas generaciones. Nosotros que nos hemos partido la cara una y mil veces por la causa “el Rock es cultura”, vemos cómo aquella sabia sentencia de un emperador romano se va haciendo cada día más verdad: “La cultura que se disfruta como privilegio, no es cultura, sino oprobio”.

Fran Llorente