Isthar, el clásico grupo español liderado por José Luis Rodríguez Morcuende, acaba de lanzar su quinto disco, titulado “V” (cinco), así de sencillo para que no haya errores. J. L. Rodríguez (cantante, bajista y más) sigue dando muestras en los últimos años de su capacidad de producción. El protagonista de esta conversación no para de escribir libros, lanzar obras discográficas con su proyecto en solitario, Morcuende, y por supuesto del grupo con el que más ha trascendido, Isthar, sin contar su paso por la famosa banda Ñu.
por Jon Marin
José Luis, tres años han pasado desde la edición del anterior disco de Isthar, “Pequeña sinfonía africana”, si bien hace muy poco lanzaste otro redondo como Morcuende –tu proyecto en solitario- llamado “La inexistente banda fugaz”. ¿Tocaba ahora componer por tu parte, y descubrir por la nuestra, nueva música de Isthar?
-Sí, le tocaba el turno a Isthar con canciones nuevas y algunas compuestas hace un tiempo pero, sobre todo, dando un giro de tuerca con un disco más asequible para todo el mundo del rock, o al menos eso creo.
¿Dónde está el secreto para tanta productividad musical por tu parte?
-No hay ningún secreto. Simplemente, desde no sé dónde, siguen viniendo ideas de todo tipo y de todos los colores, lo cual agradezco inmensamente.
De la grabación de este quinto disco de Isthar os habéis hecho, principalmente, responsables tú el veterano guitarrista Javier Mira. Pero por el estudio, para grabar en el CD, han pasado muchos músicos de alta clase, gente que ha hecho de verdad historia en el Rock español. Cuéntanos…
-La verdad es que me siento inmensamente feliz y agradecido con todos los que han colaborado desinteresadamente en la grabación, una buena parte de lo más selecto de la historia del rock en España junto a otros que tienen mucho camino por delante. Empezando por Javier Mira, imprescindible para mí a estas alturas, en todo tipo de labores, como parte activa de Isthar, y siguiendo con impagables como, en las guitarras, Eduardo Pinilla, Julio Castejón, Luis Cruz, Miguel Ángel Escámez ‘El Cachorro’, Nacho Ortiz, José Luis Ayuso y Carlos Díaz; José Barta en los teclados; Miguel Oñate, Juan Olmos, Juan Márquez y Yolanda Jiménez en las voces; también la participación en los coros de Guadalupe Sánchez y Jorge Vilches; Anto Fernández en la percusión y David Laorden con el clarinete. No se puede pedir más.
-¡Uf, y que lo digas!, impresionante listado.
(Recomiendo a los lectores que lo vuelvan a leer detenidamente).
-Sí, como he comentado antes, está una buena parte de «los más mejores»…
-Je, je… gracias por el guiño.
-…Buena parte de “los más mejores” de la historia del rock español. No hizo falta organizar mucho dada la muy buena disposición de todos ellos. Simplemente una llamada de teléfono y todo empezó a rodar. Repito, un millón de gracias a todos ellos.
¿Cuál será la formación que defenderá el disco en directo?
-Dadas las circunstancias actuales, para Isthar, en principio, lo del directo está más complicado. Vamos a ver cómo se van desarrollando los acontecimientos y el tiempo dirá.
Entonces, de momento, no piensas en los escenarios…
-En principio, no. Como te comento, vamos a ver cómo van las cosas…
¿Marcarías grandes diferencias entre el anterior –“Pequeña sinfonía africana”- y este “V”?
-Supongo que, de cara al exterior, claramente hay una gran diferencia en cuanto a estilo, pero para mí es lo mismo, porque todo lo que sale como Isthar o como Morcuende tiene el mismo origen y un único fin: música en el más amplio sentido de la palabra, sin ningún añadido más. No entiendo de etiquetas ni de tonterías de esas que no hacen más que confundir y no saber cómo llamar a la música.
Es que recuerdo que cuando ibas a lanzar “Pequeña sinfonía africana” me dijiste: “Para mí, es el disco de mi vida”. Entonces, ¿crees haberlo superado con este?
-Cada disco nuevo es lo mejor que se hace hasta ese momento. “Pequeña sinfonía africana” fue un disco que vivió dentro de mí durante mucho tiempo hasta que vio la luz. Creo que era de una complejidad maravillosa, probablemente no entendida. Hay discos como la “Pequeña Sinfonía…” o la “Suite del universo”, éste de Morcuende, que todavía no me creo que haya sido capaz de pensarlos.
Respecto al título del nuevo disco, “V”, si me lo permites, no te has comido mucho esta vez la cabeza, je, je… ¿Por qué ese ‘cinco’ en romano?
-Según me dicen unos y otros, no me sé los títulos de mis canciones ni de mis relatos, ni de la mayor parte de las cosas que hago… ¡y tienen razón! Puede que sea porque, afortunadamente, son tantos que no me da la memoria para ello… y no quiero que esto parezca una fantasmada. Con lo de ‘Cinco’ (“V”) la cosa estaba resuelta porque es muy fácil de aprender.
Hablemos de las canciones que incluye “V”, quizá a alguna le tienes un cariño especial.
-Siempre me cuesta mucho elegir un tema de cualquiera de mis discos. Quizá, en éste, me quedaría con “Soñé que soñaba” por el contenido de la letra, la extensión, que se podría haber llevado hasta donde hubiéramos querido y por la complejidad del tema en sí; me encanta. También con “Padre” porque, sin contar nada, dice mucho sobre los sentimientos personales. “Pasmarote” me gusta mucho porque me parece muy divertido… Y lo voy a dejar ahí porque, al final, elijo todos.
Y centrándonos en las letras, aunque ya has puesto algún ejemplo, ¿qué temas te ha interesado tratar en esta ocasión?
-Nunca elijo una temática concreta, siempre escribo sobre la vida, las relaciones personales, la naturaleza, el universo… y en muchas ocasiones lo insustancial, aparentemente. Todo eso creo que soy yo, entre otras cosas.
(Continuará)
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