Definitivamente, la música que se hace en el País Vasco y Navarra ha tomado unos rumbos de absoluta libertad, lo que sin duda está fomentando la creatividad y variedad de propuestas. La escena de esta parte del norte peninsular se encuentra en un excelente estado de forma, al que sin duda prestan su apoyo formaciones como Proyecto Pez, que prescinden del euskera o inglés para expresar su visión del mundo en castellano.  La banda está formada por Iñaki Navarro (guitarra y voz), Unai Salinas (guitarra y coros), Ion Fernández (bajo y coros) e Iker Górriz (batería).

El cuarteto se formó en 2010 sobre los cimientos de las experiencias previas de sus músicos en Ukablidu, Krakem y Traba. Tres años y veinte conciertos después de su fundación, estos navarros de Pamplona grabaron un primer EP. Durante estos cursos de formación y asentamiento han participado en varios concursos y certámenes, alguno de ellos de prestigio, como el famoso Encuentros que se celebra cada año en la comunidad foral.

Su disco largo «Gotas» (Maldito Records) data de 2015 y basó su difusión inicial en los singles «Despertar» y el posterior «Minuto cero», ambos con videoclip promocional. El carácter híbrido del estilo que practican beneficia su exposición a un público heterogéneo, que puede valorar sus sonidos de Pop endurecido de guitarras, con cierto arraigo en la emocionalidad de Berri Txarrak o el Rock más domesticado de Foo Fighters. Tampoco nos extrañaría que el mundo Indie reconociera sus valores, ya que hay detalles que les ubican en el espíritu reflexivo de algunos de sus artistas más representativos.

Denominan cariñosamente a sus seguidores «pececicos», pero Proyecto Pez es cualquier cosa menos cursi o almibarado. Sus letras reflejan un torrente de emociones desatadas desde la sinceridad y la desnudez sentimental. Son gente seria en el tratamiento de sus cosas más personales, pero por fortuna saben transmitir cierta calidez y eléctrica tensión en el planteamiento de sus confesiones en forma de canción.

Leo Cebrián Sanz