En una reciente entrevista, Gene Simmons -bajista y cantante de KISS– ha hablado sobre la decisión de titular al que fue su segundo disco en solitario, de 2004, “Asshole” (imbécil, gilipollas, pendejo, boludo…, dependiendo del país donde te encuentres).
Ha dicho Gene: “Ya sabemos que es un insulto, pero no tengo problemas con esas palabras, tampoco de que me lo llamen a mí, de verdad que no. Yo sé que hago el bien, sé que mi madre estaba contenta conmigo y con eso es suficiente para mí”.
Añade Simmons: “En el disco había una canción llamada ‘Asshole’ que dice: ‘Eres un imbécil, un imbécil… quizá yo también lo sea”. Así que sí, pensé que era así. ¿Qué es lo peor que puedes decir que soy? ¿Asshole? ¡Pues titulemos el disco así, ‘Asshole’!”
Se le ha preguntado al bajista cómo funcionó el disco en cuestión en cuanto a ventas y ha contestado: «No fue muy bien, pero era una época en la que toda la industria discográfica estaba cambiando».
En el LP “Asshole” colaboraron en la composición muchas estrellas de la música: Con Bob Dylan hizo el tema «Waiting for the morning light» y con Frank Zappa, «Black tongue». Otros invitados fueron Dave Navarro (Jane’s Addiction), Bruce Kulick y Eric Singer (KISS) y también la mujer de Gene, Shannon Tweed, y los dos hijos de la pareja: Sophie y Nicholas.
Casualmente, el pasado mes de septiembre, en otra entrevista, Gene Simmons citó el título del disco del que hablamos en otra conversación. Se le preguntó que cómo sentía que le percibía la gente y dijo: «Diría que hay algunos —quizá muchos, quizá no— que piensan que soy un imbécil (asshole). De hecho, titulé a mi segundo disco en solitario ‘Asshole’, lo cual, pensé, era como si la gente de raza negra se apropiara de la palabra ‘nigger’ (negrata) o que la gente gorda, con sobrepeso, obesa, se apropiara también de esas palabras, las que se utilizan como insultos, para minimizar su impacto. No me importa que me etiqueten o piensen que soy un imbécil, porque sé quién soy. Otros piensan: ‘Sólo haces esto por dinero’. Y mi respuesta es: ‘¡Por supuesto!’ Casi todos los trabajos del planeta los realizan personas a quienes no les gusta su trabajo y la única razón por la que lo hacen es para ganar dinero para alimentar a sus familias y tener un techo. Todo se hace por dinero. Nadie quiere cavar zanjas; el edificio en el que estamos, alguien lo tuvo que construir y no creo que le gustase. La gente va a trabajar, hace lo mismo todos los días de nueve a cinco, cinco días a la semana. Se parte la espalda y nunca se enriquece. Yo, sin embargo, gano más dinero, pero también dono a la filantropía, y no es asunto de nadie a quién ni dónde. No lo hago para impresionar a nadie, sé quién soy. Lo mejor en la vida es simplemente sentirse bien consigo mismo”.