Hace unos días tuvimos la oportunidad de entrevistar a los hermanos Fermoselle en las oficinas de Warner Music en Madrid, como parte de su ronda de entrevistas promocionales. Marcos (cantante y guitarra rítmica) y Ángel F. Fermoselle (teclista) se mostraron muy a gusto hablando de este primer disco de la banda, ‘Pureland’, que fue presentado en su día en La Sala del Wizink Center, todo un logro que merecía ser analizado en profundidad.
Marcos respondió primero a la pregunta de qué es RMY, ya que este singular proyecto de Rock Budista está íntimamente asociado a la difusión de las enseñanzas espirituales que inspira el orientalismo. El “patio de la luna roja” trabaja sobre una base de Rock Progresivo y lo fusiona con varios estilos más, lo que lleva a Fermoselle a explicar qué artistas y sonidos son los que más le han inspirado para la composición del álbum. Ángel intervino para reivindicar a James Taylor, aunque su hermano prefiere a Lou Reed.
La elección del inglés como idioma de expresión viene determinada de una forma natural, ya que ambos son bilingües y la música de la que toman sus referencias es básicamente anglosajona. Así lo hemos podido comprobar con la gradual entrega de sus primeras canciones a modo de singles, una decisión logística que ha tomado el sello editor, pese a que su estreno en vivo se vio condicionado por la falta de conocimiento del público del resto de su repertorio.
El cantante y guitarrista valora el disco como un continuo muy armónico de composiciones, sin grandes cambios ni alteraciones en el ritmo, lo que convierte ‘Pureland’ en un viaje musical muy coherente y estable.
La experiencia de su primer concierto apuntó a varios juicios inmediatos. Uno de ellos fue la buena valoración crítica del rendimiento de Red Moon Yard sobre el escenario. Y aunque la audiencia de esa noche resultó algo coyuntural e inicialmente no se centró como debía en la escucha de la música, poco a poco el ambiente creado por el septeto fue ganando espacio para el silencio y la escucha atenta. Ya sea en directo o estudio, el conjunto trabaja de forma muy unida en pos de un mismo objetivo artístico.
La gala de La Sala aportó una cierta iconografía budista a la interpretación de ‘Pureland’, que como el concepto general de RMY bien podría encajar en un auditorio más recogido o de aforo limitado, como un teatro o un espacio dotado de asientos. De momento, la respuesta recibida por parte del público está siendo muy positiva y anima a los Fermoselle y sus compañeros a plantearse una gira otoñal en la que ya están trabajando. Más adelante llegará una segunda grabación, dado que la intención colectiva es de continuidad y futuro a medio plazo.
El cordial encuentro terminó con una referencia a la condición de personaje público de Marcos, al que es fácil rastrear en las redes por su condición de empresario de éxito. Fue incluso presidente del club de fútbol Valladolid, así que imagínense el viaje personal experimentado por este músico que rompe tantos esquemas desde su nueva misión musical y vital.
Leo Cebrián Sanz