«Esas cosas» de las que habla Sin Mala Intención son las que dan título al primer disco de esta banda procedente del País Vasco (Guipúzcoa), que canta en castellano y tiene a Joaquín Sabina en su devocionario particular. En una de las fotos del cuadernillo vemos algunos libros que les han inspirado y entre ellos figura «Ciento volando de catorce», escrito por el gran cantautor andaluz de nacimiento y madrileño de adopción. También se intuyen otros tres títulos entre la literatura favorita del cuarteto: «El retrato de Dorian Gray», de Óscar Wilde; «Patas arriba», de Eduardo Galeano, y uno último del autor en euskera Joseba Sarrionaindia.

Con semejante bagaje cultural se deduce que las letras de la banda son cualquier cosa menos pueriles e insustanciales, aunque no por ello pecan de crípticas o pretenciosas. Su escritura es como su música, que busca la sencillez y el encanto para tocar el corazón del oyente y deleitarle con una creación plena de sinceridad y carácter personal.

Sin Mala Intención es un proyecto comandado por Gorka L.P. (voz y guitarras acústicas), que ha sido quien ha compuesto todas las partituras y letras, a excepción de «Arena triste», de cuyas notas musicales se ha encargado Beñat Igerabide, a la sazón productor, ingeniero de sonido, mezclador del disco y hasta eventual corista.

Gorka se ha rodeado de una amplia nómina de músicos: Jon Aira (guitarras eléctricas y guitarra slide), María Soriazu (bajo) y Bjor Mendizábal (batería) son sus acompañantes de directo y la formación base, mientras que por el estudio pasaron Fredi Peláez (piano, órgano Hammond y Wurlitzer), Eneko Sierra (saxo), Aitor Valcarlos (trompeta y trombón), Javier Alcalá (guitarra española), Karina Carmona (violonchelo), Oihan Mujika (percusión), Iñaki Lizaso (coros) y la Cuadrilla «GNT!» (voces «gandules»).

Un álbum como «Esas cosas» puede servir para hacer un estupendo regalo a ese/a amigo/a más blandito/a que todos tenemos, al/a la que la industria ha convencido de que el futuro de la música más ligera está en Dani Martín o Melendi. Gorka parece más influido por Fito Cabrales, lo que desde luego siempre es una garantía de confianza para el buen gusto.

Leo Cebrián Sanz