Hace unos días en el concierto madrileño de Arkania nos encontramos con Antonio, el visionario líder del grupo La Voz de la Orgía que cantaba aquello tan cachondo de «Por detrás me gusta más». Pues bien, no es el único que lo piensa, porque esta otra banda de la valenciana localidad de Gandía toma el relevo con su Punk Rock Abstracto… Atención a su actual titularidad tras algún cambio previo: Germán «El Perilla» (gurú, bajo y coros), Vicente Savall «LaSarna» (composición, guitarra y coros), Ángel Casimiro (cante, bailoteo, onomatopeyas, alaridos y modelitos) y Óscar «El Culto» (batería, coros y cartelería).
Llevan divirtiéndose de forma más ambiciosa desde el año 2019, cuando se lanzaron a publicar todo un LP físico en vinilo: «XDM+». Lo han presentado varias veces en su sala local favorita de conciertos, The Dublin, además de actuar también en Denia y Villalonga. El disco consta de quince canciones, algunos de cuyos títulos son bien reveladores de su desenfadada actitud hacia la creación artística: «Camboya», «Revoloteo», «Mierda Records», «No pasarán», «Por detrás mola más», «Este elixir», «Santa Rita», «La III Guerra Mundial», «Meandros sin peralte», «Regeneración», «Eolo», «El aire», «Ni ladras ni maúllas», «Fénix» y «Amnesia Blue».
Su vocalista Ángel ha querido personalizar la presentación del proyecto con sus propias e ilustrativas palabras. Le pasamos el micrófono:
«Por Detrás Mola Más -XDM+ para la gente elegante o decorosa-, somos un grupo de Rock Bruto o Punk Sofisticado…, que no Punk-Rock, eso no. Generalmente nos presentamos como punks, por deferencia hacia el alma mater e instigador del engendro, nuestro insigne Perilla (al bajo), pero nuestro bagaje es prácticamente inabarcable para cualquier mortal con solo dos orejas. Aparte de ser especialistas en promover la autoexpulsión de algunos de nuestros miembros, con lo que vamos conformando un simpático catálogo de eméritos y/o nostálgicos confesos, también solemos cantar en silencio y tocar la flauta todos al unísono cada uno desde su casa, facultad que desarrollamos desde mucho antes de la llegada de la era digital, y eso… ¡a ver qué punk-rocker lo hace!
Sería probable rastrear nuestro germen allá por el final de los infames ochentas, en los anales de lo que más tarde se conocería como «botellón» (palabra que, todo sea dicho, produce una insufrible dentera), cuando los miembros fundadores solíamos reunirnos a «fisolofar» y a emborracharnos con la asignación semanal paterna, a base de vino, café-licor y sobre todo cerveza, mucha cerveza, en formato biberón (proveído por una mujer a la que cualquier día hacen santa y a la que queríamos como a nuestras madres y que nos quería como a hijos suyos).
Y aunque, en honor a la verdad, la banda se formó hace apenas un lustro, lo cierto es que desde antaño se fue creando un poso de gustos y experiencias en común, de idas y venidas, de contactos intermitentes pero siempre existentes, sustentados en lo único capaz de dar coherencia a todo el maremagnum de vivencias que somos: la música. Es obvio que la música debería ser importante para todo aspirante a músico, a cualquier nivel (otra cosa son los virtuosos-mercenarios, encantadores y grandes amigos algunos de ellos, pero que merecen epílogos aparte), en nuestro caso nos hemos tomado tiempo, mucho tiempo, en conocer, descubrir, compartir, respetar y despreciar (que no tolerar, cuando el nivel al que asciende la náusea es totalmente insoportable) todo tipo de cosas susceptibles de ser oídas. Y precisamente por ello, es prácticamente imposible hablar aquí de cuáles son nuestras influencias sin pretender acabar elaborando una tesis doctoral o la enésima enciclopedia del rock.
Así pues, sin más preámbulos, Por Detrás Mola Más somos: Ángel Casimiro (última adquisición vocal y letrera, con experiencia en un entrañable grupo de covers del área metropolitana de Valencia y versioneador inconsciente de un célebre gurú anglo-saforenco), Óscar Culto («el intelectual», drummer con gusto y amplia trayectoria en grupos de Whatsapp), Perilla (ideólogo y bajista, experimentado en grupos electrógenos por su conexión con el mundo industrial) y LaSarna (guitarrista y composer, con un difuso pasado en grupos olvidados)».