La noticia tiene ya varios días, pero sólo hemos querido ofrecerla cuando hemos encontrado un reverso positivo que compensara el disgusto. El bar rockero conocido como El Templo del Gato, uno de los pocos que ha sobrevivido durante décadas en el centro de Madrid, cerraba provisionalmente sus puertas por la imposibilidad de cubrir los requerimientos técnicos del Ayuntamiento en materia de aislamiento acústico.
La primera pista de lo sucedido la dio nuestro compañero y antiguo colaborador de esta casa David Gallardo, de la web Mercadeo Pop, quien desveló la decisión de sus propietarios. Tras unos días de tristeza generalizada entre el rockerío del Foro más veterano, ha sido el propio Arturo Cobas –factotum de la marca- quien con este motivo ha querido recuperar un comunicado de hace unos meses, a cuenta de su último y postrero aniversario. Lo reproducimos de forma íntegra por la sinceridad e intensa emoción que se desprende de sus palabras:
«Gracias a todos vosotros.
Cuando en el año 2010 publicamos la «carta a todos vosotros», quedo definida y resumida la historia del «Templo del Gato» desde el principio hasta 25 años después, fue nuestro Silver Aniversario o Bodas de Plata; han pasado otros 5 años y vamos con nuestro 30 aniversario que celebraremos el Viernes 10 de Abril con la tradicional tarta del gato y con la actuación especial de los Widow Makers, así que solo nos queda darles las gracias de nuevo por estos 30 años de gozo continuados y muy especialmente a los miles y miles de amigos-clientes que se han acercado durante todos estos años, generaciones de ya abuelos, padres y nietos casi, unos aquí en directo y el resto desplazados a otros extremos del cielo.
Gracias a la música, esos interpretes que sin grandes cambios han ido acompañándonos cada noche en más de 10.000 noches de amor y R´N´R, estos músicos enlatados también han estado en algunos casos actuando en directo hasta el año 2000 aproximadamente en que tuvimos que suspenderlo por asuntos de vecindario, aunque también les agradecemos a los vecinos que hayan sido compañeros de viaje durante todos estos años.
Gracias a los escritores, poetas y filósofos seleccionados por sus textos, que desde el «advertiser» nos mandan sus mensajes cargados de intenciones positivas y saludables. También agradecemos a la gente que ha difundido nuestra imagen de alguna forma cuando ha estado en ese acto de entendimiento con la música y con lo que sentía en ese momento.
Gracias a los profesionales que se han ocupado de publicitar nuestra presencia en carteles y camisetas y en algunos actos que hemos convocado y que siempre con cariño y atención lo han trasladado a sus páginas, diarios nacionales, revistas especializadas de música, de eventos sociales de moda nacionales y extranjeras, que han proyectado nuestra imagen también fuera de nuestras fronteras y que de alguna forma han repercutido en una clientela mixta local-nacional y foránea que frecuentemente disfrutamos, gracias por tanto.
Gracias a los conocidos directores de cine que han elegido nuestro escenario para rodar algunas de las secuencias de películas de gran éxito, que tuvieron la ocasión de mover sus cámaras reflejando en todo momento el espíritu y el estilo especial que el «Templo» tiene como exclusivo. Muchos grupos musicales han hecho también sus spots y vídeos promocionales que de alguna forma también han ayudado a proyectar la imagen del local de la manera que ellos pretendían.
Y sobretodo, gracias a esta ciudad que tanto Ama a los gatos, que se merece un «Templo» para ellos, como «Bastis» nuestra dama. Gracias Madrid, mi muy Amada-Ama, ¡te Amo!».
La vida sigue y de igual modo que lamentamos el cierre de un clásico, nos felicitamos por la inauguración de un nuevo local en el barrio de Vicálvaro. Su nombre es Rock the Night -al igual que la canción de Europe-, y como es fácil imaginar se trata de todo un homenaje al AOR y Hard Rock de la dorada década de los años 80. Está ubicado en la Calle Helena de Troya, 10 y se postula claramente por el Melodic Rock, el Rock y el Metal, que programa desde un pequeño espacio decorado de forma muy acorde a la música que suena por sus altavoces.
Las portadas de los discos más emblemáticos del género pueblan una de sus paredes, mientras que desde la barra nos saluda un gigantesco graffiti con la leyenda ‘Don’t stop believin»’, el título del mayor éxito del grupo norteamericano Journey. El corazón de Rock The Night es su pantalla de vídeo, en la que cientos de clips animan sus noches de chicas guapas -todas las que van, de la primera a la última-, rockeros elegantes -algunos menos que las chicas- y ese ambiente cargado de encanto y glamour que siempre nos gusta reivindicar. Hacía mucho tiempo que no disfrutábamos tanto con un vídeo de Yngwie Malmsteen…
Leo Cebrián Sanz
Fotografía: Virginia.
Debe estar conectado para enviar un comentario.