FOBIA SOCIAL + ARKANIA + MIRADA DE ÁNGEL
F
iesta-concierto Los+Mejores

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Silikona
FECHA: 27 de enero de 2006

Otro de nuestros saraos que comenzó con un concierto de menos a más, en cuanto a fuerza y vigor, de los provenientes de Aranda de Duero: Mirada de Ángel (nota de la redacción: imagen de referencia), grupo formado por el ex batería de Zirrosis, José, y que, alejado del todo del Punk Rock, lo que hace es un Heavy limpio al que añadiremos la palabra ‘melódico’ en ocasiones por aquello de la inclusión de teclados, tocados por una fémina. Ejecutaron temas de su primer trabajo homónimo, adelantos de lo que será el próximo CD (“Secretos del espíritu”) y una versión de Manowar: “Hail and kill”.

Seguidamente llegaron los madrileños Arkania, que acaban de estrenar su CD “Lucifer”; aquí habría que hablar más de Hard Rock por la voz de Ángel (con muy buena presencia sobre el escenario) y contar no sólo con teclados sino, además, con violín. Fueron los más jaleados de la noche; no en vano, jugaban en casa. Aparte los temas de su cosecha (muy bueno “Más allá de las estrellas”), nos regalaron la versión de “Resistiré” de Barón Rojo.

El carpetazo, y bien fuerte y rudo, lo dieron los ‘hardcoretas’ de Guadalajara Fobia Social. Los temas de su primer trabajo, “Americanofobia”, hicieron que botase todo el que estuviera por la labor, hubo versiones de Biohazard y Sepultura, repartieron mascarillas mientras interpretaban “Puta nuclear” (¿aprovechó alguno para descargar gases internos?) y no puedo dejar de mencionar, pero no sé si debo dar las gracias a estos ‘buenos’ amigos, que dedicaron a un servidor su tema “La habitación del dolor”. ¡Brutales!

Jon Marin

 


 

SARATOGA /+/+/+/+/ /
+ SILVER FIST (s. c.)

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Aqualun
FECHA: 14 de enero de 2006

Cuando Silver Fist interpretaba el remate a su concierto -una versión de “Balls to the wall” de Accept- entré a una sala que se había llenado ya para disfrutar del grupo como si del cabeza de cartel se tratara. Lo volcada que estaba la audiencia más los comentarios que luego me hicieron dan a entender que fue un recital de órdago pero entenderéis que no debo puntuarlo sin verlo.

“Resurrección” y el nuevo single ‘ultra-Heavy’ “Barcos de cristal” dieron el pistoletazo de salida a lo que acabaría siendo otro éxito más de Saratoga en directo. Era la noche de dos estrenos: “Tierra de lobos” en vivo y Andy tras la batería. Queda para los profesionales de los ritmos la comparación; cualquier espectador de base dudo que notase abismales diferencias. Los tres de siempre (creo que ya hay que incluir a Leo): a por todas, con ganas y el descaro que la profesionalidad deja que practiques. Es posible que por mi cercana posición a él, el bajo de Niko se escuchaba demasiado alto. Gran momento fue la interpretación de “Contigo, sin ti”, otro acierto en la carrera de Jerónimo Ramiro y el temazo sin fronteras del nuevo disco. “Perro traidor” pone a la sala ‘patas abajo/ manos arriba’. El romántico de turno tiene que mencionar como especial la parte acústica que comenzó con un retazo de “A tale that wasn’t right” de Helloween seguido de “Parte de mí” y “Fe”. Como empujón a la feliz lágrima: “Si amaneciera”. Una de las mejores piezas de su carrera -“Maldito corazón”- no podía faltar en una noche así, acertadísima. Los ‘bises’ y el conjunto de todo lo que la mejor banda de Heavy de España nos dio, acabaron de noquearnos. Saratoga tiene en estos momentos grandes canciones y éxitos seguros para llenar show y medio. Quizás esta noche marcó el fin de una era de ascenso y el comienzo de otra de más triunfos. Cojones nos sobran.

Jon Marin

 


 

DEEP PURPLE /+/+/+/+/
+ MEDINA AZAHARA /+/+/+/ / /
+ MR. ROCK (s. c.)

CIUDAD: Madrid
LUGAR: La Cubierta
FECHA: 21 de enero de 2006

Para calentar motores, Mr. Rock, quienes acabaron su actuación antes de que terminara de entrar toda la cola de gente que esperaba en la puerta y que muy pronto dejaron paso a los cordobeses Medina Azahara, los que para la ocasión nos dieron un recital cargado de clásicos, contabilizando inexplicablemente sólo una canción de su último “La estación de los sueños”. Un buen show tan solo empañado por lo de siempre: el mal sonido de la plaza (en los primeros minutos no se llegaba a escuchar nada, y hablo literalmente). La gente se entregó a conocidísimos temas como “Velocidad”, “Córdoba”, la ‘trianera’ “El lago” o “Necesito respirar”.

Jorge Grande

 

Exijo ahora mismo al Dios de turno que me mande a Satanás para poder hacer un pequeño pacto con él. La cuestión es simple, yo le ofrezco mi alma a cambio de que me permita ser un sexagenario no ya digno, sino envidiable. Eso es lo que le reclamo, porque quiero ser como Gillan, Paice, Glover y Airey (a Steve Morse, el Dios de turno de la guitarra, le dejamos al margen por ahora). Disfrutan de su trabajo, sonríen sin parar, ofrecen un espectáculo de calidad y no parece que tengan ganas de jubilarse. El motivo de su visita, aparte de mantener el mito con vida, era presentar su último trabajo, «Rapture of the deep» (que sigue sin llegar a nuestra redacción), y a conciencia lo hicieron, puesto que sonaron gran cantidad de canciones nuevas, obviando un buen puñado de clásicos. Apuestan a lo grande y les sale bien. Tras dos horitas de concierto, todo eran caras de felicidad y nadie se quejaba del ‘set list’, a pesar de la magnitud de los temas que no sonaron. Por el contrario, los que sí atronaron fueron “Pictures of home”, “Space truckin´”, “Smoke on the water”, “Highway star”, “Lazy” y “Black night” (cualquier seguidor del grupo es capaz de ver qué temas imprescindibles faltan). Ahí queda eso. Yo quiero tener sesenta años y hacer lo que me dé la gana. Como Deep Purple. Bravo.

David Gallardo

 

Se congregaban varias generaciones de seguidores de una auténtica leyenda del Rock mundial, la ‘púrpura profunda’ llegaba a presentar su último disco “Captures of the deep”. A las once de la noche, con puntualidad inglesa, salen al escenario los papás del Heavy Metal, Deep Purple arrancan con “Pictures of home”, un clasicazo que da pie a escuchar varias piezas de su último trabajo y, por supuesto, canciones que los asistentes allí llevamos grabadas a fuego: “Highway star”, “Black night” o “Smoke on the water”. Esta vez Ian Gillan contó con una voz y estado físico en muy buenas condiciones, ejecutando una encantadora interpretación de “Sometimes I feel like screaming”; absolutamente emotivo este tema que, siendo una de sus últimas obras, queda como un clásico en su repertorio. Totalmente integrado está Don Airey, que se marcó un solo de teclado a la altura del sustituido Jon Lord. Aun así, me sigue costando aceptar ver a Deep Purple sin la figura de el teclista de las gafas de sol y el bigote; claro que si Steve Morse ha conseguido que olvidara a Blackmoore, supongo que todo será cuestión de tiempo. Durante toda la actuación el sonido fue bastante bueno y más tratándose del sitio encuestión. El juego de luces quedó de lo más vistoso durante las casi dos horas que el grupo estuvo en las tablas. En definitiva, lo vivido allí fue una auténtica noche mágica que, como todas las que nos hace esta fantástica unión de musicazos, quedará en el recuerdo.

Jorge Grande

 

Al día siguiente del cumpleaños del Señor Stanley, y aceptando la invitación de dos hermanos a que les invitara a unas cuantas birras, me fui tan contento para la Plaza Mayor. Fue una tarde llena de buenas historias, de música, de risas y de buena compañía con grandes músicos, empresarios de la música y cómicos famosos. La sorpresa final era una invitación para ver a Morse, Gillan, Paice… y compañía. (“Tráetelos mañana para el local. ¡Pero que vengan bien pintados!”). Cuando la cerveza y la risa ya me salía por las orejas a partes iguales (qué extraño no oír el famoso “dame un 200 pippers que a mí esto me sienta muy mal!”), allí dejé a tan buena compañía y me fui para La Cubierta. Allí (¡joé cómo estaban las chicas del ron Arecha!) la verdad es que los Purple dieron un ‘peazo’ concierto que me gustó incluso más que el anterior con los Status Quo. La nota simpática fue cuando Gillan, en la segunda estrofa del “Black Night” (curiosamente…), a punto estuvo de empezar a cantar antes de tiempo.

Miguel Barbero

 


 

ADLER’S APPETITE /+/+/+/+/ /

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Arena
FECHA: 21 de enero de 2006

Me lo tomé desde el principio como que estaba viendo a una buena banda de versiones de Guns N’ Roses y así lo disfruté sin pensar mucho en que Steven Adler, por muy simpático, macarrilla y ‘angelino’ que sea, está abusando de las rentas, en que la banda intenta imitar lo que es imposible, y en que lamentablemente el público del concierto no tenía mucho que ver con aquellos que tenemos ‘piratas’ del Trobadour, Ritz y el Whisky a Go-Go.

Sucesión de clásicos de los primeros tiempos de G’N’R, un par de versiones (el clásico de Aerosmith “Mama kin”, tocado por los Guns desde tiempos inmemoriales, y “Highway to hell” de AC/DC); una buena banda sobre el escenario (destacando a un gran cantante como es Sheldon Tarsha, a años luz del anterior Jizzy Pearl, pese a que los movimientos clones de Axl no le terminaran de salir); y, después de hora y veinte de buen Rock’N’Roll, a buscar un bar roquero y una muñequita enfundada en leopardo para seguir con la juerga ‘angelina’.

Unos detalles inolvidables del concierto: Steven iba por un lado y su mandíbula por otro, impagable la imagen del bajista Cheap Z´Nuff (sí, el de los Enuff Z´Nuff) con su gorra de policía, gafas negras de piloto que no se quitó en todo el concierto, su parche de Paul Stanley en un lateral de la chaqueta y la cara de buen rollo ‘aderezado’ que contrastaba con la pegatina trasera del bajo que decía “Say no to drugs” (nos la enseñaba y se reía, ¡qué personaje!), el señor Don Airey (actual teclista de Deep Purple y ex de Ozzy y Rainbow entre otros) estaba pululando por allí viendo el concierto (y no le conocía ‘ni dios’), y no tocaron ninguno de los seis temas del EP que grabaron el año pasado (¿sería porque Steven se cepilló a toda la banda de ‘roqueros famosetes’ que habían grabado el disco por otros más desconocidos y baratos?) Visto lo visto, sólo podemos decir una cosa: ¿Cuándo será la próxima, señor Adler?

David Esquitino

 


 

TAKO

CIUDAD: Madrid
LUGAR: Heineken
FECHA: Sábado 28 de enero de 2006

Días antes del concierto, el cantante y guitarrista Mariano Gil insistía en que lo más le había impresionado de 2005 había sido el disco y DVD en directo de Green Day. “Qué extraño”, pensé yo. “Tako siempre ha sido una banda consagrada a las canciones, con producciones limpias que resaltan las melodías y permiten apreciar las bellas letras de su ideólogo y creador. Si hay algo que no hacen es hardcore melódico o punk pop. ¿Por qué le gustarán tanto los americanos?”.

Pues bien, apreciando al grupo en directo, no me extraña que Gil quiera contagiarse del espíritu de ‘Bullet In A Bible’. El concierto madrileño sirvió de presentación para su último disco, ‘Jaque’, y se concibió como una fiesta de principio a fin. El quinteto vino para divertirse y a fe que lo consiguió. Les acompañaron sus seguidores más fieles, aquellos capaces de viajar desde Barcelona para ver la actuación, o fletar un autobús entero desde su natal Ejea de los Caballeros. Esos 40 animosos fans montaron una jarana como no veíamos por estos lares desde hacía tiempo. ¡Realmente locos!

La sala registró una buena entrada, en una noche que se planteó como una promo de lujo, con público invitado y gente de los medios. Tako, de todas formas, tocó sin nervios ni presión, metiendo una caña que dejó perplejos a quienes no habíamos visto nunca a la banda. Comenzaron con ‘Víctima del Amanecer’, del disco ‘No Son Horas de Pescar’, y a lo largo de hora y media alternaron sus últimas composiciones con los clásicos que más han definido su historia. De ‘Jaque’ sonaron cinco canciones: ‘Un Caso Perdido’, ‘Colorín Colorao’, ‘Con Dios Y Con El Diablo’, ‘Juntaversos’ y ‘Que No Daría’.

Aparte de Mariano Gil, los Tako actuales están formados por el guitarrista Pablo Moreno, el bajista Fernando Mainer (Ankhara, Ars Amandi, Jorge Salán…), el batería Fran Sanz y el teclista y ‘showman’ Nacho Jiménez. Juntos enlazan un tema con otro, en una frenética carrera que acelera las canciones de Tako y las convierte en contundentes piezas de una energía contagiosa. Todo encaja en cuanto cambias el chip de lo que esperabas ver y lo que realmente te encuentras.

Y es que seguir la trayectoria de Tako fuera de su Aragón siempre ha sido una odisea. Hablamos de un grupo con veinte años de carrera, que por extrañas e injustas razones nunca ha entrado en el circuito de las giras y festivales al uso -Viñarock, despierta-. Durante todo este tiempo, su nómina de clásicos ha engordado con algunos títulos preciosistas de los que tocaron en la antigua sala Arena: ‘Carpintero De Condenas’, ‘La Dama De Blanco’, ‘El Enterrador’, ‘Poeta Nocturno’, ‘Todos Contra Todos’, etc. ¿Mejor en semiacústico que tan eléctricos y rápidos? Bueno, Tako es una banda de rock, y como tal adapta sus canciones al directo con una fuerza imparable que rebosa la contención de sus grabaciones. Libertad, hermanos, libertad para dar en el estudio lo que corresponde y en el escenario lo que cada uno tiene a bien.

El quinteto suena como una piña y ver a Goñi enloquecer con su guitarra es un espectáculo nada desdeñable. Desde luego, una buena receta para entrar en calor cuando en la calle el termómetro marca tres grados centígrados. Su compañero en las cuatro cuerdas, Pablo Moreno, toca todo o casi todo sin púa. Aprovechó su solo para sorprendernos con un esbozo de ‘Palomitas de Maíz’, del que metió su melodía más reconocible. Fue el colofón de un pequeño interludio instrumental, que había comenzado con el solo de bajo. Mainer se acompañó de un fondo de batería, aunque durante unos segundos el sonido de su instrumento desapareció por un problema técnico.

Esperemos que su nueva etapa de autoproducción discográfica aumente la actividad en vivo de Tako y podamos frecuentar más esta inesperada faz de directo. Jamás me imaginé que un componente de este grupo pudiera llegar a lanzarse sobre el público. ¡Y el teclista lo hizo!

Leo Cebrián Sanz