Imagen de portada: Evohé y Rockzilla.


EVOHÉ – Evohé (Lengua Armada)

¿Música creada con el corazón para llegar a la cabeza, o música escrita con la cabeza para llegar al corazón? En el caso del debut de Evohé ambas afirmaciones son ciertas, y es que este trabajo tiene la importante cualidad de cautivar al oyente con varias armas; inteligencia y Rock van de la mano en un disco lleno de calidad y pasión donde los sentimientos cristalizan en forma de canción.

Las composiciones tan accesibles como intrigantes te obligarán a escucharlas una y otra vez para no perderte sus múltiples matices; voz con personalidad, instrumentación con mucho cuerpo, letras agudas y adornos medidos otorgan un equilibrio musical encomiable. Está claro que Evohé se toma muy en serio su trabajo; ideas, creatividad, producción de altura, mimo en los detalles, y sobre todo, mucha, mucha música.

Entretiene, y por si fuera poco, hace pensar. Discazo.

Juan José Díez

DEFDUMP – This is forevermore (Kaiowas/Divucsa)

Desconocida hasta ahora banda luxemburguesa de tan sólo cuatro miembros, pero que parece compuesta por muchos debido a la caña que le imprimen a los cortes variados, a más no poder, no sólo en su aspecto compositivo sino en su visión (o escucha) global. Variedad de estilos dentro de un mismo tema, partes muy aceleradas en onda de Thrash ‘blandito’, otras infernales de ‘tralla brutal’ y otras melódicas con voz rabiosa y agresiva… Todo muy revirado, un mundo de contorsiones de sonidos. Guitarras distorsionadas, samplers, bases fuertes, juegos a dos voces… En fin, para no aburrirse y para volverse loco dando botes sin parar.

En el terreno de producción, ellos mismos son los que han labrado la cosecha y la semilla recolectada es de las mejores de la temporada. Sonido además limpio, compacto y con buen gancho.

Salvador Díaz

ROCKZILLA – Beyond tomorrow (GP Records)

Llegará la Navidad, habrá que elegir los mejores discos del año y el que firma pondrá, sin duda alguna, el nombre de Rockzilla y el título de éste su tercer elepé.

Dicho lo cual, comentaremos que son once temas de Hard Rock apoyado en y alimentado por la fuerza de las guitarras, sonido clásico y duro, sin mariconadas, sin mirar a la bola de cristal para saber qué nuevo invento gustará a los niñatos mañana o dentro de diez años (contradigamos al título). Hacía tiempo que un tema no me erizaba tanto el poco pelo que tengo –en los brazos- y ha ocurrido con “Time”. Por si fuera poco, dan en el clavo con una de mis debilidades: que un grupo coja un tema de Pop y me lo electrice, endurezca, me lo haga rockero o heavy; ellos lo han llevado a cabo con “Never let me down again” de Depeche Mode.

Ahora vienen los dos topicazos: Si en lugar de gerundenses, fuesen rudos norteamericanos o escandinavos, estarían en la cima; ya que no creemos en Dios, gracias a grupos así seguimos haciéndolo en el R’NR. Basta de palabrería, si has estado en el concierto de The Cult y te ha sobrado dinero, corre a la tienda y cómpralo; me lo agradecerás.

Jon Marin