VÍA DE LA PLATA Festival
LUGAR: Albergue Juvenil
CIUDAD: Mérida (Badajoz)
FECHA: 11 de julio de 2008
Crónica de un viaje con Los+Mejores
Por Cihuatl Zúñiga
Destino: Mérida. La razón: el festival ‘Vía de la Plata’. Los asistentes: Cantidad de grupos, de los grandes, de los que han hecho historia y otros que aún les queda por ampliarla, pero para empezar debo decir que la ilusión de mi primera vez era más que evidente. Y es que Iron Maiden y Slayer aún no eran parte de mi repertorio de conciertos; ¿en qué estaba pensando, cómo me los había perdido hasta ahora?
“Listos, estamos, pues nos vamos, y no quiero que a la media hora os estéis meando” advirtió Jon Marin; pero las amenazas no surtieron efecto. Vamos, que se las pasaron por el arco del triunfo y, sin haber recorrido ni 100 km, vino el primer “pipí stop” que, como sabrán, se convirtió en nada en una desbandada de heavys meones y sedientos de cerveza que inundaron la estación de servicio. “Arriba, arriba, que eran sólo cinco minutos” y todavía un rezagado meaba frente al autobús para darnos el show. Menos mal que la gran mayoría usó el servicio porque no quiero imaginarme el espectáculo en mitad de la carretera si se cumple aquello de “picha española nunca mea sola”.
Bueno, arriba otra vez y de “pipí stop” ná… Pero es que el calor era mucho, el ambiente se prestaba y, claro, seguir refrescándonos tendría sus consecuencias y, entre las historias del parecido entre Jon “el dire” y José del VKaos, y mientras Juan “el rockero” (‘Radio Vallekas’) servía de azafata para la entrega de premios a los viajeros, sufríamos la gota gorda a falta de poder visitar un váter. Así que nada, más carretera, más cervezas y por supuesto más paradas; luego la foto de grupo. ¿A que salimos bien?
Y como en cada viaje, no podía faltar la mascota, esta vez el “chango” Oscarito amenizó el autobús y recibió más besos que yo en mi cumple, ¡qué envidia!; por cierto, un saludo a Manolo el conductor y que disculpe las molestias ocasionadas, pero son gajes del oficio.
Al final llegamos a Mérida. La ciudad, como siempre, muy lejos del recinto y el aparcamiento casi más. A caminar, que al llegar viene bien pero no vean lo que cuesta a la salida llegar al bus. Reparto de entradas y pulseras, y adentro. ¡Uf, qué ilusión!, esto de que hasta te reconozcan viene gustando. -“Claro, si vosotros sois ‘los Pimpinela’ cañeros”, dijo una camarera del bar vip. ¡Qué gusto, a ver si se van enterando y nos cogen para las grandes ligas de la radio!
Pero no nos desviemos del tema por banalidades y egocentrismos; a lo que fuimos, a ver Rock and Roll. Primero Lauren Harris, eso sí, todos esperando a que enseñara las tetas. Vamos a ver, señores heavys, luego se quejan de que hay pocas figuras femeninas al frente de las bandas, ¿no se han puesto a pensar que las tienen acojonadas? Pero no sólo a las mujeres, resultó curioso que a Angry Anderson -cantante de Rose Tattoo– fuera difícil hacerle una fotografía; por alguna extraña razón se escondía o se daba la vuelta cuando lo intentabas.
Luego de una comidita (¡no, no de la que están pensando!, ¡cochinos!) en la que compartimos mesa con Mimi (A Palo Seko), esperábamos con ansia y ya sin tanta sed a que pasaran Avenged Sevenfold y Iced Earth, y llegaran Slayer, que al finalizar darían entrada a los Maiden, a quienes, dicho sea, aunque pudimos ver de cerca, el ángulo no te permitía disfrutar del show completo gracias a un calvo con chicharito que nos echó de mala manera de un mejor lugar. Pero, nada, doy paso a los que saben que, como dicen por ahí, yo no me entero de ná…
Sobre el escenario
Por Jon Marin
Muy puntuales, a las 14:30 h. saltaron los alemanes de Ra. Hard Rock melódico con algún apunte al Metal más moderno ante poca gente y un sol que hacía que cayeran boquerones fritos del cielo, que no granizo como ocurriría en Zaragoza. ¡Cuánto me alegro de que Los+Mejores apostásemos este año por lo organizado en Extremadura! Los de Colonia quizá no hayan acertado con un nombre tan corto para el grupo pero sí con su estilo, que me agradó.
Creo que para la gente del lugar el festival no fue tal, más bien una verbena de calentamiento en la que al final saldrían a actuar los famosos Iron Maiden y Barón Rojo. El público caía al recinto en cuentagotas hasta que el reloj fue acercándose a las nueve o diez de la noche.
Lauren Harris, o sea, “la nena del jefe de los Maiden”, salió al escenario con ganas, soltura y deseos de convencer. Conmigo lo consiguió y olvidaos ahora de mi parte machista, estoy hablando de lo que proyecta musicalmente junto a su buen y contundente grupo. Para rematar, se marcó la versión de una canción que siempre me ha encantado: ‘Steal your fire’ de Gun. Si hace buenos discos, habrá nueva chica metálica para rato.
Los cambios eran rápidos, el astro rey seguía mostrando su corona y ahí teníamos a unos dioses de este rollo (Rock and Roll, amigos; no Metal. Clásicos, no antiguos): Rose Tattoo y sus composiciones tradicionales, casi académicas podríamos decir. Angry (cantante) hacía honor a su nombre, parece que canta a disgusto y cabreado aunque le muestres el pulgar señalándole que te está encantando. ¿Será que le cuesta estar boca abajo cuando viene a España? ¡Fuera chistes malos!, ‘Rock N’Roll outlaw’ y ‘Nice boys’ arrancaron nuestros pies del suelo y los más jóvenes os podéis sentir afortunados de haber visto a esta banda, aunque –al igual que comenté de Tesla en “el Kobetsonik”- mejor es disfrutarlos en una sala que en un festi.
Avenged Sevenfold era el grupo más esperado por los seguidores, pero aclaremos: los suyos, que por cierto eran minoría, los cuales les aclamaron y los norteamericanos, profesionales, se dejaron la piel para ellos.
Más concordancias había entre el público de las grandes estrellas del cartel y el de Iced Earth, lo que sumado a la hora más avanzada y, en fin, que también se portaron sobre las tablas, hizo crear una sensación de más seguimiento, aclamación y respeto. Recordemos que esta vez regresaba el cantante más habitual de la formación, Matt Barlow, en un muy buen estado de forma.
Slayer otra vez y qué bien. Slayer de nuevo chamuscando con su fuego las notas del pentagrama y la estrella invertida, que siempre han portado, a la que así llaman. Slayer abrasando también a todos los dispuestos a mover las cabezas sin parar (¡como si el sol no lo hubiera hecho durante las horas previas!) Como es inamovible, tras títulos que no faltan y por obligación hay que escribir: ‘Reign in blood, ‘South of heaven’ y ‘Angel of death’, con la que se despidieron los reyes del Thrash, sólo hay que mirar cualquier cara de chaval al azar para dar el veredicto: Shakira se lo acaba de tirar cuatro veces seguidas… solo que hablamos de Metal.
Alguien externo a la organización de A. Vallekas Producciones (a los que agradecemos el excelente trato, especialmente a María, ¡un beso!) y al que no voy a dedicar más letras pues ya le dan por arriba y por debajo de esta crónica, nos había birlado hacía un rato la posibilidad de ver el show de Iron Maiden en el privilegiado sitio que antes habíamos ocupado. Pero, en fin, ‘Aces high’ comenzó a sonar, la gente a volar… y también mi memoria. Esta maldita no sé si juega malas pasadas pero me queda el regusto de haber visto en otras ocasiones a unos británicos más sueltos sobre el escenario, quizá no tan atentos al guión. Pero, olvidadlo, no me hagáis ni caso, pues cualquiera de los chavales que viajaron en nuestro bus tenía una sonrisa a la vuelta, un placer metido en el cuerpo, que no le cabía en la cara o en el todo. Fue sin duda otro show espectacular de Maiden con continuos cambios de telón, escenografía cuidada, luces de lujo y demás efectos.
El listado de temas supongo que lo habréis leído ya en mil sitios, sólo recordar que esta vez estaba acotado a su mejor época (aquí no hay discusión posible). El truco visual más esperado y efectivo, la aparición de “la momia Eddie” llegó, claro, con ‘Iron Maiden’ (el tema), último antes de la tanda de regalo: ‘Moonchild’, ‘The clairvoyant’, con “Eddie el futurista” haciendo de las suyas, y ‘Hallowed be Thy name’. Y, como comprenderéis, una banda que mueve lo que mueve, no va a escatimar un detalle técnico para sonar mal. Majestuoso, dan ganas de revivirlo a los dos días y, si es posible, con menos birras en el cuerpo; se salta mejor.
Creo que tras la explosión de Slayer y el big bang de Iron Maiden no era el mejor momento para calibrar a la nueva formación de Barón Rojo, pero escuchar de nuevo (con mejor o peor sonido y voz) la homónima del grupo, ‘Incomunicación’, ‘Concierto para ellos’ y, sobre todo, ‘El malo’ siempre es motivo de alegría y más si se hace rodeado de tanta gente con tan buen gusto musical y mejor educación y talante. (¿Ha quedado muy presidencial?).
El debut de una fotógrafo
Por Paloma Barba
Hace tiempo, un buen amigo me dijo que todo metalero tiene que hacer varias cosas elementales en su vida, una de ellas es ir a ver a los Maiden en directo, y en fin, para todo aquel que aún no haya ido… ¡no sé a qué espera! Uno de los mejores grupos dentro del género con músicos extraordinarios y una puesta en escena flipante, ¡la mejor combinación! El debut del “Vía de la Plata”, a pesar de ciertos factores, ha sido bastante satisfactorio, uno de mis mejores festivales: Buen ambiente, nada de colas para las entradas, “lavadero heavy”, un sonido brutal y grupos espectaculares.
Aunque siempre hay algo malo y en mi opinión faltaron más puestos de comida y merchandising dentro del recinto, pero lo más probable es que todos habrían ido a Zaragoza. Me quedé realmente sorprendida del público que se congregó, el festival estaba repleto de gente, y, después de lo sucedido en tierras mañas, creo que todos salieron más que satisfechos. Otra cosa que me dejó extrañada es la poca prensa que fue a cubrir el festival pero, bueno, nosotros estuvimos mejor que nadie, bebiendo nuestras cañitas con buena compañía y pasándolo de lujo viendo cómodamente a los grupos hasta que uno de seguridad nos echó de mala manera cuando llegó el turno de Slayer a pesar de nuestros pases de backstage. Mientras tomábamos una ronda, Nicko McBrain asomó su cabecita al bar; al parecer había terminado de cenar en el mismo bufet donde nosotros habíamos almorzado. ¡Un lujo el haber comido los mismos macarrones que los Iron Maiden! En definitiva, la experiencia merece la pena.
Paloma Barba
Imagen portada (parte de la expedición que viajó y disfrutó en el bus de ‘Los+Mejores’): Álex Alvárez
DFX FESTIVAL
LUGAR: Anfiteatro Egaleo
CIUDAD: Leganés (Madrid)
FECHA: 5 de julio de 2008
La discográfica DFX celebró su primer año de existencia con un concierto de nada menos que diez horas de duración y en el que se reunieron la mayoría de las bandas que forman parte de su escudería. A las 4 de la tarde y bajo un sol abrasador comenzó la fiesta con Poetas de Botella, un joven grupo de Punk-Rock de Cantabria que interpretó algunos de los temas que aparecerán en su primer disco, aún sin editar. No estuvieron mal, aunque creo que el tremendo calor y la falta de bastante público por llegar al recinto les impidieron estar cómodos en el escenario.
Las altas temperaturas me tenían bastante parado, ese fue el único motivo por el que no boté con las canciones de Bahía Cochinos, llenas de ritmo y algunas con un toque Funky que me gustó mucho. Estos chicos también se encuentran preparando su álbum de debut, así que estaré muy atento a su lanzamiento.
Dos cervecitas más tarde llegaban los muchachos de Oferta Especial, con un Ska muy divertido, al igual que ellos, que no paraban de bailar y reír, sobre todo los encargados de los instrumentos de viento que estuvieron en todo momento animando a los que contemplábamos su show. Uno de los mejores momentos de la tarde fue la versión que harían de ‘O tren’, una pieza clásica de Galicia que grabaron los Siniestro Total hace ya un cuarto de siglo.
El Portal de Jade serían los siguientes en subirse al escenario. Unos minutos antes había podido charlar con su cantante, David Tres, y me impresionó su humildad. Pero me sorprendió mucho más su transformación al coger el micrófono y comenzar a cantar, ¡qué voz! ¡Y cómo sonaba el resto de la banda! Todos ellos llevan muchísimo tiempo en la música y se les nota. Su Rock desde Pamplona, casi metalero, posee una fuerza brutal y en directo sus canciones son más potentes aún, como demostraron con ‘Destrocé’ o ‘Raíces’.
Esa fuerza continuaría con los encargados de coger el testigo: Moebio, quienes se mueven también en el Metal aunque son más melódicos que los anteriores y con una estética marcadamente gótica. Serían de los más aplaudidos.
Unos días antes se nos había comunicado que Zia se caían del cartel y que en su lugar estarían Sublevados. No me decepcionaron, desde el principio con ‘Mundo insonoro’ hasta su ya obligado final interpretando ‘Nunca’ los de Alcobendas demostraron que siguen teniendo un lugar importante en el Rock estatal.
Otra vuelta de tuerca… musical. Era el turno de Violent Groovy. Estos también tienen muchas tablas, de hecho sus miembros han pasado por diferentes formaciones en los últimos tiempos. Combinan Funk con Hardcore y serían en todo momento un torrente de energía, sobre todo el batería David y el cantante Sammy, puro nervio (no dejé de preguntarme si estaría tan delgado por todo lo que se movía).
Los componentes de Romeo hicieron honor a su nombre y nos conquistaron, ya les he visto varias veces y creo que tienen un futuro prometedor. Dieron lo mejor de ellos, con un sonido muy compacto. En alguna otra ocasión me habían recordado a Sôber, esta vez no fue así. Ya estábamos en la recta final.
Con más de una década de conciertos y unos seguidores siempre fieles, Hirurko presentó su segundo CD, ‘Ningún dios merece mi atención’, y preparó el terreno con su Punk y Ska para la aparición de los maestros de ceremonia, Censurados. El cuarteto fue el primero en grabar para DFX (con ‘El tiempo todolocura’) y por ello, y por su indiscutible calidad, cerrarían la velada con trallazos como ‘Papel mojao’ o su ya clásico ‘Soñar despierto’.
Reconozco que yo estaba agotado pero, aún así, disfruté saltando esta última hora. Por lo menos hacía ya un par de ellas que el astro rey nos había dejado de torturar. Es indudable que la labor de DFX Records, en los tiempos que corren, es digna de elogio. Ha acogido en sus filas tanto a nuevas promesas como a valores que ya están en alza (por ejemplo, Skizoo), lucha por ellos y, además, lleva a cabo propuestas como la de este festival (por el módico precio de 15 euros, que eso aún no lo había comentado). Es imprescindible que siga habiendo gente que, de una u otra manera, apoye nuestro Rock. ¡Por muchos años, felicidades!
Félix Franco
Festival CARABAÑA ROCK
LUGAR: Parque de la Estación
CIUDAD: Carabaña (Madrid)
FECHA: 18 de julio de 2008
Son de elogiar ayuntamientos con iniciativa como el de la madrileña localidad de Carabaña, que vibró otro año más con el festival Carabaña Rock y un cartel que aunó una inmensa calidad rockera sin renunciar a la variedad estilística.
Como entrante, los manchegos Moby Dick realizaron su potente descarga. Constituidos en trío, no tuvieron un sonido del todo bueno y la ejecución resultó mejorable. Ante un ínfimo público aún en la zona frente al escenario, resaltó su curtida base rítmica en la que el bajo cobra mucho protagonismo, en la onda de combos como los extintos Áspid. No fue el mejor contexto para exhibir su Metal de carga reivindicativa y no lograron enganchar a la audiencia del todo.
A caballo entre el Hard Rock y el Rock and Roll, con un gran punto de accesibilidad se situaba la música de Antigua. Buenas canciones comandadas por una voz intachable que sí se hicieron con las simpatías de un público cada vez más numeroso, nada despreciable para un pueblo tan pequeño y algo alejado de la capital, que tomaba posiciones para los que estaban por venir. Llamaron la atención los “recaditos” que mandaron a su anterior bajista, que desertó del grupo pocos días antes y cuya labor fue suplida por el mismo vocalista.
Beethoven R era una de las bandas estrella de la noche y de las más esperadas por los presentes. No defraudaron a nadie y desde el principio cuajaron un show impecable con un posicionamiento fantástico sobre las tablas y una energía inagotable. Su Hard Rock, de lo mejor que se ha hecho en el género con la lengua de Cervantes, volvió a maravillar. Abundaron canciones de su ópera prima ‘Ja, ja’ como ‘Prepárate’, una deslumbrante ‘Yo me pierdo’ o ‘Que no, que no’, demostrando que es uno de sus trabajos más apreciados. El vitoreadísimo disco ‘Un poco más’ tuvo su representación con la propia ‘Un poco más’, la versión de Coz del ‘Más sexy’ y la imprescindible ‘El guardián de tu piel’, por todos coreada a viva voz. ‘El legado de Judas’, su último álbum de estudio hasta ahora, tuvo su momento con la genial ‘Siempre unidos al Rock and Roll’; y algunos temas del futuro disco, que siguen en la onda de lo que vienen haciendo desde los inicios, cobraron un interesante protagonismo y nos pusieron los dientes largos de cara a su lanzamiento. Destacar la sensacional actuación del aclamado Pepe Mari, pura energía en escena sin parar ni un momento, emocionando al público. No olvidemos que hace pocos meses sufrió un infarto del que afortunadamente se encuentra recuperado. Es una auténtica personalidad. Iván, como acostumbra, sublime frente el micro.
La actuación de Coz, banda que vio de primera mano los progresos de los hermanos De Castro antes de formar Barón Rojo y que posee en su repertorio himnos rockeros de la talla de ‘Las chicas son guerreras’ o ‘Más sexy’, fue un bajón en todos los sentidos. Muchísimo público se esfumó de frente al escenario y Márquez, con una voz cada vez más áspera y alejada de los comienzos, y los suyos, a pesar de evidenciar seguridad como banda, no tuvieron su noche. Con múltiples problemas en el escenario, incluido desmontaje de la batería que enfadó notablemente a Enrique Ballesteros, no supieron sobreponerse a las circunstancias y dejaron patente que no se encuentran en su mejor estado de forma. No pasaron del aprobado raspadito.
Y como de altibajos iba la noche, todo el ambiente subió como la espuma para ver a los sobresalientes Sínkope. El quinteto extremeño no da un paso en falso y actuación tras actuación demuestra una solidez y un buen hacer abrumadores. Su Rock Urbano sin fisuras entusiasma y hace de ellos uno de los conjuntos mejor establecidos del panorama. Presentando con éxito su último esfuerzo, ‘Esta noche se merece otra ronda’, Vito Íñiguez y los suyos esgrimen una actitud incontestable en vivo. De este redondo interpretaron canciones encaminadas a convertirse en clásicos del grupo como ‘El carro de la vida, ‘No quiero’, la profunda balada ‘Le voy a cobrar a tus labios tus miradas’ o el single ‘Encanutao’. Su show fue el más largo de la noche y gozó de una gran acogida. Disfrutamos, no es para menos, con himnos de Rock y poesía como ‘De la piel del diablo”, la inconmensurable electroacústica ‘Humo de contrabando’, ‘Y pare Madrid’, la sentida “De cháchara con la luna’, que nos recuerda el desastre ecológico de los incendios; la movida “Al socuello de tus pechos de seda’ o la vivaz y definitiva ‘En tarros de miel’ entre otras muchas composiciones, ida y vuelta a lo largo de su discografía, imprescindible para todo amante del Rock Urbano. Lo pusieron todo patas arriba y la satisfacción de banda y público era visible cuando echaron el cierre, y con ellos el festival hasta una próxima edición, ya a altas horas de la madrugada.
Jason C.