NIÑO MANDARINA

LUGAR: Moby Dick Club
CIUDAD: Madrid
FECHA: 12 de junio de 2014

Niño Mandarina es una banda muy completa porque huye de etiquetas y es capaz de marcarse un tema de Rock clásico o de utilizar ritmos bailables fundidos con el Ska. También se siente a gusto con los medios tiempos y melodías que coquetean con el Pop o enriquece sus composiciones con influencias de roqueros carismáticos del Rock español como Fito Cabrales. Son músicos, por encima de marcas, que tratan de divertirse en el escenario y trasmitirlo a su público con la energía y contundencia propia de los mejores conciertos de Rock.

La presentación de su último disco fue una auténtica fiesta, incluida la complicidad de su público y la participación de su ex batería Ritxi en una canción. El propio título del disco ‘La vida menloquece’, en el que ha participado como productor el afamado Tony López (Ska-P, The Locos, Mamá Ladilla), nos muestra los derroteros festivos por los que se mueve este combo. Más de hora y media estuvo el cuarteto encima del escenario de la acogedora sala

Moby Dick en una velada concentrada únicamente en el concierto de Niño Mandarina. Recomendable actuar sin teloneros si se trata de presentar por primera vez un disco. De esta manera el público no se dispersa con otros artistas ni se despista en cuestión de horarios.

Peter (guitarra y voz) ocupó el centro del escenario haciendo las veces de cantante solista durante casi todo el show. Isman (bajo y voz) es el otro miembro fundador que todavía permanece en el grupo. Se encargó de cantar algunas canciones y dar colorido al show con sus coros y ritmos trepidantes. No desmerecemos a los otros dos componentes de la banda: Dodi (batería) y Beni, virtuoso guitarrista al servicio del colectivo.

Niño Mandarina tuvo la inteligencia de intercalar durante el concierto temas de ‘La vida menloquece’ (‘Lady Bim Bom Bam’, ‘Demonios sin piel’, ‘Calles quebradas’) con otros antiguos (‘Yo no sé Rock & Roll’, ‘Juliembre’) y alguna versión como ‘Las calles’ (M Clan) o ‘Deltoya’ (Extremoduro).

Abrieron los bises con dos hits de su último disco, ‘Fa sostenido’, un sincero homenaje a la figura de Fito Cabrales, y ‘Ojos de membrillo’, demostrando su apuesta por esta obra de la que interpretaron casi todos sus temas. Quizá por ello reservaron para la despedida definitiva ‘La vida menloquece’, un tema destinado a convertirse en himno de un grupo que se empeña en que movamos algo más que el puño cuando les escuchamos en directo.

Javier del Valle