La única banda española que se atrevió a agarrar el toro del Sleazy Rock y el Glam Metal por los cuernos fue este cuarteto formado por el cantante británico Peter Weir (voz solista y coros), Alberto Soler (bajo y coros), Rafa Kas (batería y percusión -no confundir con el músico del mismo nombre que tocó en Ilegales y Fe de Ratas-) y el hiperactivo Nikki Drive (guitarra eléctrica, acústica, slide, piano, sintetizadores y coros).

Respetaban los clichés de la escena más “pintona” de Los Angeles, pero sin caer en la imitación burda de los patrones de referencia en Estados Unidos. La sinceridad de su propuesta ha quedado para la historia como puramente testimonial, lo que no oculta su valor a la hora de enfrentarse a un género de particularidades tan distintas a las del Rock nacional.

Ha sido de las escasas bandas españolas que ha practicado un Sleazy al estilo de Los Angeles, sin un ápice de Hair Metal y sí mucho de la rabia inicial del estilo. Podrían haber pasado por una banda internacional de primera línea, ya que el acento vernáculo de su cantante británico lo asimilaba a un producto perfectamente exportable, sin las carencias y lacras de muchos de nuestros vocalistas de los años 80 y 90 cuando interpretaban en inglés.

Su único disco se editó en 1990 bajo el título de ‘Overdrive It’. Fue la primera referencia oficial del sello independiente PM Records y del LP se extrajo el single compuesto por los temas ‘Can’t waste my time’ (cara A) y ‘Come with me’.

Leo Cebrián Sanz