El pasado jueves 8 de noviembre se presentó en los estudios New Life, de Madrid, el disco con el que la banda Arwen regresa a la actualidad tras cerca de una década de silencio: ‘The Soul’s Sentence’. La formación, que actualmente está integrada por José Garrido (voz y guitarras), Gonzalo Alfageme (guitarras), Daniel Melián (bajo y coros), Nacho Arriaga (batería) y Javi Díez (teclado), regresa a la actividad con un disco de una calidad incuestionable, que mejora sensiblemente lo ofrecido en sus dos ya lejanas producciones de comienzo de siglo: ‘Memories Of A Dream’ (2002) e ‘Illusions’ (2004).
Aunque en su momento realizaremos una crítica específica del álbum, en esta primera escucha en primicia pudimos apreciar la variedad de los registros metaleros utilizados, en una tesitura que deja en mantillas su antigua y limitada adscripción el Power Metal más o menos ortodoxo. El quinteto lo presenta del siguiente modo en un coqueto díptico de promoción: «Este disco representa los últimos años de trabajo y esfuerzos compositivos de la banda, e intenta ser lo más fiel posible a la evolución musical de sus componentes».
A pesar de la lógica evolución, el sello identitario de Arwen continúa bien grabado a fuego. Su instrumentación está cuidada al máximo, aunque se le ha procurado una mayor pegada, acorde con la intención de las nuevas canciones. Los temas no son largos, aunque sí están plagados de cambios de ritmo y todo tipo de inesperados recursos compositivos. La velocidad y el Thrash hacen su entrada de forma inesperada en momentos muy puntuales, reforzando el músculo y la intensidad del resultado final.
Todo ello redunda en un evidente factor sorpresa, que costaba mucho encontrar en su primera etapa como grupo. Alguno de sus músicos se atreve a denominar su nuevo sonido como Modern Rock, que desde luego es una etiqueta que no recordamos haber escuchado nunca.
Al mismo tiempo, algunas de las constantes en la manera de trabajar de la formación madrileña siguen ahí, como el cuidado por una estética que se define desde la propia portada del álbum, obra de Nekro, y ese reiterado uso del inglés como la lengua vehicular que les permite competir en el mercado internacional. Los títulos de los temas registrados son ‘Hollow days’, ‘Torn from home’, ‘Us or them’, ‘The void’, ‘When the world doesn’t matter’, ‘Endless burden’, ‘Beyond pain’, ‘My worst self’, ‘Crying blood’, ‘Our chance’ y la versión ya conocida de Chris Cornell -el fallecido cantante de Audioslave- y D. Arnold titulada ‘You know my name’.
La riqueza instrumental de las once composiciones se ha enriquecido con las colaboraciones de Mamen Castaño -antigua vocalista de los propios Arwen entre 1998 y 2010-, Álex Skorza -guitarrista de Silver Fist-, Valen Domínguez -cantante de Sinaia-, J. Vega (voz en Beyond y antiguo miembro de Lakeside Project) y Miguel Rocha (Bring Out Your Dead).
Arwen ha contado con la enorme ventaja de poder madurar este tercer disco con una preproducción que ha durado años, ya que los dueños de los estudios donde se ha grabado ‘The Soul’s Sentence’ son dos de sus integrantes: José y Daniel. Sin embargo, la fuerte demanda de los servicios de New Life por parte de otros músicos ha determinado que no siempre fuera posible trabajar al ritmo deseado.
A la postre, quienes han coordinado todo el proceso de grabación, producción y mezcla han sido tanto José Garrido como su compañero Daniel Melián -por cierto, músico en su día de Ebony Ark junto a su actual compañero Javi Díez, a la sazón titular también de Mägo de Oz en el presente 2018-. La masterización se ha efectuado en los Systematic Productions de la ciudad de Melbourne, en Australia, donde Ermin ‘ERMZ’ Hamidovic ha certificado el créditos de sus trabajos para Devin Townsend, Periphery o Architects.
Leo Cebrián Sanz