por Jon Marin
Hace 20 años Los+Mejores era todavía un ‘fanzine’, no tenía formato de revista profesional. En el número del «verano’96» (lo lanzamos en julio) la portada la ocupaba un Bon Jovi pensativo y la excusa fue que había actuado con su banda en el estadio Vicente Calderón de Madrid el 1 de junio de aquel año.
En ese momento, era mi sexta cita en directo con el grupo Bon Jovi y, prueba de que no me gustó este concierto, es que lo coloqué en el quinto puesto de los ya vividos.
Por primera vez en mi vida presencié que una marca comercial presentaba un concierto. Aparte de muchas pancartas de Volkswagen colocadas en el estadio, lo primero que vimos fue un spot en el que Jon Bon Jovi disfrutaba de un coche de dicha casa alemana.
Aquel día hubo que aplaudir al cantante por su valentía, pues parece ser que subió al escenario aquejado de una fuerte alergia y aguantó casi dos horas hasta que el polen le venció. Se saltaron siete temas previstos y J. B. Jovi se retiró apresuradamente para ser atendido por los servicios de la Cruz Roja.
En la crónica me quejé del estado de su voz: «Argumento en contra es el bajo tono con que canta las canciones de los primeros discos. Ya no quiere forzar la voz a la ‘manera hard’. ¿Se la está reservando para dar la entonación correcta en sus papeles cinematográficos?»
Y es que en aquellos años parecía interesarle más Hollywood que el Hard Rock.
No me gustó que a mitad del concierto, en un momento álgido, metieran una parte de canciones acústicas y escribí:
«¡Los acústicos para tu padre! (o sea, Bruce Springsteen).»
Y acabé la crítica con:
«Bon Jovi ya no es BON JOVI. Esto no admite discusiones. No he dicho ni mejor ni peor. Si deseas discutirlo, seas heavy, rocanrolero, popero o bonjoviano, asiste a uno de sus shows; no hagas caso a los críticos ‘profesionales’. Hay mucho dinero por medio. Y, si no, que se lo digan a Volkswagen.
Continuará…
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