Precedida de una increíble fiesta-concierto de la que ya dimos amplia cuenta durante los días previos a su celebración, el recopilatorio «Condenados al olvido V» llega por fin a la distribución comercial. Esta quinta entrega de la gran saga que busca y digitaliza material inédito de cuantos grupos pasaron desapercibidos o no encontraron el eco que se merecían en los años 80 ha sido coeditada en esta ocasión por Gadir Records, Héroes de Culto y Discos Cada.
El anterior volumen estuvo dedicado a las ‘Ladies of Metal’ (bandas lideradas o parcialmente formadas por mujeres) y en esta ocasión los historiadores de la casa vuelven a la tradicional fórmula de la selección aleatoria de protagonistas que cuenten con demos grabadas en la época. La única condición técnica es que la calidad del sonido resulte adecuada para los estándares de hoy en día. No hay pues una línea argumental para justificar la presencia de uno u otro nombre, más que la ya de por sí valiosa de la recuperación de unas maquetas tan absolutamente olvidadas como interesantes por su valor documental.
De las nueve formaciones rehabilitadas, tres de ellas tuvieron la oportunidad de sonar en la madrileña sala Silikona el pasado 17 de junio con motivo de la segunda edición del festival 80’s Metal Explosion y la presentación de este quinto capítulo de «Condenados…».
Los alicantinos Leviatán, en una excelente forma desde su regreso activo a los estudios de grabación y los directos en sala, abren el doble CD con su muestra casera de 1989, que incluía cinco títulos: «Leviatán», «Alcohólico anónimo», «Quién te ha visto y quién te ve», «Soldado de plomo» y «¡Dígame!». A continuación figuran los pamploneses Walkiria, que en el primer compacto del doble CD aportan los dos temas de una demo datada en 1990: «Recordando» y «Soñador». Por su parte, los madrileños Melissa abren la segunda de las placas con su maqueta de aquel prolífico 1989, compuesta por cuatro canciones: «Ouija», «Babilonia», «Lenta sensación» y «Melissa». Las tres formaciones cuentan con sus respectivos artículos en esta misma web, por lo que recomendamos indagar en su actualidad y trayectorias biográficas.
Los conjuntos que no sobrevivieron al tiempo y se consideran disueltos a todos los efectos en 2017 son diversos en cuanto a procedencia y estilo, si bien contemplan todos los vértices geográficos y de tendencias dentro del género. Los valencianos Hal tuvieron una vida ciertamente efímera, pero en 1986 les dio tiempo a registrar cuatro piezas de creación propia: «Escápate», «Ya no me haces falta», «Suave y fuerte» y «Luz de luna». Un año después fueron los barceloneses Hydra quienes inmortalizaron cuatro de sus composiciones: «En un sueño», «Es la sangre el precio del amor», «Lágrimas de plata» y «Los recuerdos me hablan de ti». Una vez más reinaba el Heavy Rock y el Metal en castellano, con o sin teclado -en este caso «con»-.
Por aquel entonces, la interpretación de las letras en inglés comenzaba a introducirse en la escena dura nacional. Un buen ejemplo lo encarnan los veloces y duros cordobeses Trance, que optaron por este idioma para dar forma a su registro de 1988, ‘Your nightmare has a name’, compuesto de ‘Psychosis’ y ‘Suicide ain’t solution’ .
El titánico esfuerzo de los recopiladores se extiende a un segundo compacto, cargado con otras cuatro joyas ignotas. La capital sevillana siempre contó con auténticos luchadores musicales que iban a contracorriente de su entorno más inmediato, y que a la postre consiguieron formar un heroico panorama local. En aquella batalla participó activamente la gente de Jerusalem, que en 1990 no dudó en alternar letras en castellano e inglés para expresar su furia en ambos idiomas. Así ocurre con ‘Away from the life’, ‘Holy masquerade’, «No me rindo» y «Me faltará».
En el caso de los vizcaínos Copyright, también ellos vivían en un territorio que no terminaba de aceptar su estética y creatividad como sí lo hacía con cualquier mediocridad que acreditara el sello del Punk político. Inasequibles al desaliento, en 1990 el quinteto dio vida a lo mejor de su producción hard-rockera: «Búscame», «Perdido en la ciudad», «No me rindo» y «Me faltará».
Para culminar la Vuelta Musical a España -sin problema, «Estado» para quien lo prefiera-, los leoneses Tundra culminan desde Ponferrada con la demostración palpable de que una generación entera gozó a conciencia con los sonidos más duros del espectro rockero. «La leyenda del país de los hielos», «Vade retro», «Sigo tus huellas» y «Sangre viva» apuntaban directamente a ese Speed-Metal que vivía su momento de gloria nacional e internacional en aquel 1987.
Leo Cebrián Sanz
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