La banda malagueña formada por Sandra y José ha procurado la construcción de “una identidad musical y escénica propia, basada en la emoción, el compromiso social y el cuidado estético. Su música busca generar reflexión, hablar sin filtros sobre la salud mental y apostar por valores como la sostenibilidad y la autenticidad”.

El pasado 10 de septiembre Corma editó su primer sencillo, “Nada”, y un mes después fue el turno de “Palabras”, que registraron en el estudio del prestigioso productor Paco Loco. “Abogada del diablo” llegó más tarde, aunque para la edición de su EP eligieron nada menos que la navideña fecha del 25 de diciembre. Los temas restantes de esta primera obra han sido “A cruz atada” y “Te pido”. Todos ellos los presentaron oficialmente en la sala Hangar 48 del madrileño barrio de Las Vistillas.

El objetivo creativo del proyecto pasa por “reimaginar el Rock para el público contemporáneo, actualizando el Rock más clásico con elementos de la música moderna. (…) Su sonido bebe del clasicismo, pero está bañado en los matices de la música moderna: riffs afilados, atmósferas intensas y letras que no esquivan los temas que importan. (…) Esta banda promete una experiencia musical única que conecta con los sentimientos y preocupaciones actuales de la sociedad”.

En este sentido, sus letras abordan asuntos de naturaleza tan colectiva y a la par individual como “la salud mental, las relaciones personales, la rabia contenida y la frustración”. Atención a la elocuencia de los comunicados del dúo en lo referente a los enfoques conceptuales: “Hablan sin miedo de la presión social y el ruido que todos llevamos dentro. Corma no solo toca, lanza preguntas, provoca catarsis y crea un espacio donde la música es herramienta de verdad. Es Rock con conciencia. Es intensidad con sentido. Es ese tipo de banda que no te suelta una canción: te deja con algo que pensar cuando acaba”.

Aún no les hemos visto en directo, pero lo que se describe en sus redes sociales y promociones nos provoca unas ganas inmediatas de participar de la experiencia: “toman elementos de rituales o ceremonias socioculturales para buscar un efecto catártico que provoque la apertura emocional de los asistentes. Para ello acompañan la propuesta musical con un cuidado diseño del vestuario a cargo de Ferrucho. Su propuesta escenográfica combina el uso de las luces en disposiciones triangulares, colores intensos y cálidos y una disposición del escenario que genera una atmósfera de introspección emocional y la liberación de la energía colectiva”.

Leo Cebrián Sanz