Sonido a un tiempo crudo y caliente el de esta singular banda familiar compuesta por José Luis Manzano García «Josetxu» a la voz y sus hijos Josué y Jesús a las respectivas guitarra y bajo. El pater es quien escribe los textos, mientras que de la música se ocupa Josué de María Manzano. A esta saga tan bien avenida se ha sumado Álex a la batería, con quien dan forma a una música áspera y rasposa, que han plasmado en un primer disco largo de nueve canciones titulado “Paranoia”. Las tres temas que ya conocíamos como sencillos de adelanto son “Mala impresión” y “Nunca te calles” -ambos de 2024-, a los que este mismo año se ha sumado “Dócil”. Nunca está de más recordar que con anterioridad ya grabaron un EP de cinco pistas titulado “Sin Sentido”, que data de 2022.
El cuarteto recuerda por momentos a los Guns ‘n Roses más asilvestrados con primerizos, con riffs in crescendo que convierten temas como “No es tan fácil olvidarla” en un viaje en tren por la ruta del Hard Rock más humeante y de aguardiente embotellado. Su otra cara es la del Rock Duro de bandas nacionales como Leño, Barricada e incluso el Rhythm ‘n Blues de los cántabros Los Deltonos -o ya fuera de nuestro territorio, los británicos Black Sabbath o los estadounidenses Black Crowes-. Toneladas de juegos de guitarra dan cuerpo a sus composiciones y alargan su desarrollo hasta una duración media cercana a los cuatro minutos y medio, al objeto de que todos los elementos de la banda puedan expresar su poderío vocal, instrumental y, sobre todo, autoral.
«Paranoia» tiene bastante más de lo que aparenta en una primera escucha. Por poner un par de ejemplos, “Sin tiempo” comienza con el tañir de una campana y algo similar a una sirena antiaérea que previene de un bombardeo y “Relatos cortos” termina con el sonido de lo que parece una ambulancia sobre un fondo de actividad urbana o callejera. Otras veces son los propios instrumentos los que te sorprenden con un cambio de ritmo o percusión… o una presencia inesperada, como el wah-wah de «No es tan fácil…». Un caso representativo es el de la armónica que da paso a “Ya ves” cual refuerzo previo a las partes cantadas, en esa línea de arreglos y pequeños detalles que enriquecen el conjunto y dejan atisbar las potencialidades creativas de TM. Este cuidado por el trabajo más minucioso se manifiesta también en los coros, que se usan como aderezo y no ingrediente base.
Las combativas “Nunca te calles” y “No te quedes sin hablar” son dos buenas muestras de su
argumentario particular, tan cercano a la rebeldía social y la resistencia a la autoridad. Por su parte,
“Consume” es una de las denuncias más certeras y directas que hemos escuchado y leído en los últimos tiempos sobre el capitalismo y su máquina trituradora de oferta y demanda artificiales. Esta posición política y vital es otro de los atractivos de Trago Mortal, que parecen manejarse bien en esta dualidad temática que alterna y combina evasión y compromiso.
Leo Cebrián Sanz