Lo primero que nos llamó la atención de la edición física de este álbum fue comprobar que nuestra compañera Eva Benito ya camina por la senda de la edición discográfica de la mano de su agencia de representación Morgana Music Events, cuyo sello luce en la contraportada del CD. Una buena alianza para la banda, que así pondrá más vuelo a este álbum de diez canciones de desigual duración: desde el minuto y treinta y seis segundos de «El ambigú» a los más de siete de «La primera en la frente» y «Titoman» o los casi seis de «Si lloras, menos meas».

En esta misma línea de títulos-sentencias tenemos «La primera en la frente» , «Konato de boikot» o la versión de Barricada, «No hay tregua», disponible en la versión compacta como pista extra. Eskóbula vuelve así por lo tanto a la fórmula de las nueve pistas de su anterior obra editorial: «Dejando Huellas», publicado en 2019.

El trío define su sonido del siguiente modo: «RockMetalPunk», todo seguido y del tirón, lo que demuestra que conocen bien su propia naturaleza. De hecho, una de sus composiciones y el propio título de la grabación coinciden con esta etiqueta de fusión declarada, aunque con la deferencia de unos guiones entre cada «mamá» y «papá». Los granadinos dan a sus «eskobuleros» y «eskobuleras» una buena ración de sonidos ásperos y guitarreros, con una base rítmica que tiende a la velocidad y la inclemencia. Suenan a los Barricada de los dos primeros discos, a los Badana o Extremoduro más pedestres e incluso a esos Motörhead que daban verdadero miedo, cuando Lemmy no era todavía (y a su pesar desde su tumba) un icono de la modernidad.

La década de los 70 -la rudeza y agresividad de aquellos toscos pero maravillosos grupos de mediada la transición, como unos acelerados Leño-, la potencia de muro sónico del Hard Rock más pétreo -¿por qué no unos The Storm?- y hasta una voz y dicción que nos recuerda el asco con el que Evaristo escupía las letras hacen de Eskóbula una curiosa mezcla que gana a cada escucha.

Incluso podrían ser los primos carnales de los madrileños Ratones Koloraos, otros ‘punkies’ con inquietudes por ofrecer algo nuevo dentro de la libre mezcla de géneros. «Titoman», por ejemplo, nos recuerda a la locura maravillosa del Punk inteligente y con sentido del humor de Mamá Ladilla o incluso Def Con Dos. Pruebe usted mismo y trate de averiguar los ingredientes de la música de Eskóbula…, además de su propia fórmula secreta «Coca-Cola».

Leo Cebrián Sanz