40 minutos de música dan para mucho cuando no hay límites para la creatividad. Así lo entiende JMCP, o lo que es lo mismo, José María Cabellud Peralta “Chuchu”, un inquieto músico oscense al que ya se conocía por su trayectoria previa en bandas como Atila y los Hunos, Moriarty & Kalaña o Muga. A lo largo de diez pistas, el autor de las composiciones viaja a través de un Rock experimental absolutamente libre, donde caben el Gothic Rock, pinceladas de Metal Extremo, registros guturales, voces dobladas en un constante juego de desafíos y una construcción casi barroca de sus estructuras armónicas.
“Chuchu” nació en la población de Alberuela de Tubo, en plena comarca de Los Monegros, por lo que su música parece por momentos una extensión del paisaje que le vio nacer. Realmente el Rock aragonés tiene particularidades propias e intransferibles… y he aquí un buen ejemplo de ello. Este Metal Alternativo no renuncia al ruido y la sonoridad más primitiva, pero enseguida profundiza en vericuetos progresivos de impredecible desarrollo.
Este segundo disco estaba inicialmente destinado a ser “Desde el Páramo Abstracto 2”, es decir, la continuación de aquel primer álbum publicado en 2021, cuyos doce temas ya consiguieron descolocarnos… para bien. Aquellos títulos de canciones no pasaban de las dos o tres palabras, muy en la línea de los que nos encontramos en el presente “Rusiente”: “Hielo”, “Enerchía eólica”, “Nuei”, “Hez”, “A las estrelas”, ‘Alea jacta’, “Latido”, “Nube”, la que da nombre al conjunto y una última denominada “Debe continuar”.
El uso del aragonés como idioma para algunas letras es un extra de interés para el trabajo, sobre todo ahora que los nuevos gobiernos autonómicos ponen en cuestión la validez cultural de este tipo de lenguas minoritarias. JMCP lo hace con naturalidad, aumentando así la espontaneidad de la propuesta, en la que tan pronto pareces estar escuchando Punk que Pop oscuro o Indie enigmático a lo Surfin’ Bichos. Como gusta de decir su artífice, Rock artesanal pero muy elaborado, que invita a la reacción visceral y obliga a la implicación.
Leo Cebrián Sanz