El pasado viernes 25 de febrero se celebró en el conocido como “patio de operaciones” del espacio cultural CentroCentro, en el Palacio de Cibeles, un concierto que en sí mismo hacía historia en nuestro Rock y Metal. Se trataba de llevar hasta el mismísimo corazón del Ayuntamiento de la Villa y Corte la música en directo de dos formaciones emergentes dentro del panorama nacional: Curly Mane, banda actual de Elena, quien fuera en su momento cantante de las 100% femeninas Lizzies, y Kramp, que encabeza la simpar Mina Walkure.

Se trataba de una de las actividades programadas por la exposición “Madrid Metal”, que hasta el próximo 3 de abril celebra el legado del movimiento heavy en la ciudad de Madrid durante los años 80 y primeros 90. Este mismo periodo es el contemplado en el documental “Ellas son Eléctricas”, cuyo último visionado tendrá lugar en la sala Jorge Berlanga, en el propio Palacio de Comunicaciones, el próximo jueves 10 de marzo a partir de las nueve de la noche.

Tanto Elena como Mina dieron gracias a una de las comisarias de la muestra, Tevi de la Torre, por haber tenido la idea de legitimar el presente y futuro del estilo con este doble concierto en el que cada grupo tocó unos 45 minutos, con un cuarto de hora de descanso entre uno y otro. Entre el público se encontraba el otro comisario de la muestra, el dibujante Miguel B. Núñez, quien a buen seguro fue el prescriptor que optó por estos dos nombres de la escena más alternativa e independiente.

Las vocalistas también incidieron en lo importante que resultaba que estuviéramos allí presentes celebrando el poder de la etiqueta musical que más nos gusta, resaltando al tiempo la conquista que aquello suponía para toda una cultura artística. No debió apreciarlo de igual modo la supuesta prensa musical especializada, de la que apenas vimos a tres o cuatro compañeros. Lo que se perdieron fue un sonido espectacular, al que sin duda benefició la colocación de la tarima bajo la cúpula misma del edificio, y sendos repertorios basados en la obra discográfica de Curly Mane (el EP ‘I Need Rock and Roll’ y los singles digitales ‘Ego’ y ‘2020’) y Kramp (el EP ‘Wield Revenge’ y el CD ‘Gods of Death’).

Kramp daba su primer concierto tras la pandemia y presentó a sus dos nuevos componentes -batería y guitarra-, mientras que Curly Mane celebraba su propia consolidación como proyecto. En un momento dado Elena y su guitarrista se lanzaron a cantar y tocar su instrumento entre los espectadores. Tan encantada de la vida estaba la audiencia con este singular “bolo” que hasta poco se notó la ausencia de barra y cerveza. La entrada, como no podía ser menos, fue gratuita.

Una persona vinculada al equipo de producción de Kramp repartió entre las/los presentes un adhesivo de la banda y, sobre todo, una tarjeta con el código de descarga de su último disco de “puro Heavy Metal de vieja escuela” para su preceptivo canje en Bandcamp. También hubo puestos de mercadería de los dos grupos en uno de esos rincones que antaño alojaron las oficinas centrales de Correos.

Leo Cebrián Sanz

Fotos: Javier del Valle («Otra Semana de Rock»)