Seguramente nuestros lectores más veteranos recuerden a DFA, las siglas del grupo Danger Free Animals. Este trío de Tarragona -cuarteto ahora- se caracterizaba por su iconoclasia musical y artística, sin hacerle ascos a la denuncia social y política, una cierta escatología  y el negro sentido del humor que siempre ha caracterizado sus letras.

Aún recuerdo la broma de convertir su incipiente página web en un tentador catálogo de enlaces a páginas porno…, todo un gancho que no hemos visto en ningún otro caso. Claro que para llevarnos al despiste más absoluto también se mostraban inquietos por el medio ambiente y el especismo, lo que sin duda convertía a DFA en una rara-avis de cuidado.

t-h-rans-h-gress-or-die-ever-alive

Su última producción es un disco en directo titulado ‘T(h)rans(h)gress or die!!!!’, que apostillan como ‘D.F.A…. ever alive!!!’ («por siempre vivos»). La grabación se efectuó el pasado 4 de junio en la Sala Toman de la ciudad de Reus (Tarragona) y presenta un total de 18 pistas, las ocho primeras cantadas en inglés y el resto en castellano. El álbum ha sido producido por dos de los músicos: Óscar Amalla y Joan Escrivà, que conforman la cuadrilla junto a Manel (guitarra rítmica) y Michel (batería).

La discografía de Danger Free Animals se compone de una primera maqueta publicada en 1999, su segunda demo en 2001 («Neocórtex»), una tercera grabación casera («Demo-xtracción», 2003), el disco «Segmentos» (2004) y los posteriores «Nuestras heces » (2007) y «Patrimonio de mierda» (2010).  Dedican su repertorio en vivo a Slayer, Pantera, Sepultura, Chimaira y Overkill por la inspiración recibida durante veinte años, con lo queda muy clara su devoción por el Thrash más resolutivo, ése que no deja respiro ni margen para la calma.

La benévola influencia de estos grandes nombres del género no ha sido en vano, puesto que DFA suena ahora mucho más coordinado, orgánico, potente y agresivo. Ha habido una evolución más que notable, cosa que celebramos porque sus conciertos siempre resultaban más atractivos y divertidos que sus registros sonoros, con frecuencia algo precarios.

Leo Cebrián Sanz