El Rocanrol está de enhorabuena. Los madrileños Jinete Nocturno han parido un disco –’En la ciudad’– rebosante de buenas canciones de cosecha propia que se adaptan al oído como un guante de látex. El grupo, liderado por Salvi Cuesta –voz y bajo-, muy bien arropado por la calidad instrumental de Bruno Camadini y Paco Vega a las guitarras y de César “El Mini” a la batería, apuestan por el Rocanrol con solera, aliñado con letras en castellano que al escucharlas identifican porque abrazan la universidad de la calle.
La docena de temas que conforman la placa –registrados en los estudios El Trastero bajo la atenta supervisión de Ernesto García- reflejan a la perfección sus diez años de trayectoria musical, esa que les cuelga el meritorio calificativo de veteranos.
Temas que pese a su duración –algunos rebasan los cinco minutos– ni empalagan ni agotan y que unas veces recuerdan gratamente a los celebérrimos Burning, otras al Ramoncín más roquero y otras a los mismísimos Tequila. Con solos interminablemente bellos y melodías muy bien arregladas y vestidas siempre de domingo, en una primera escucha destacan los temas ‘Tu silencio’, que estrena el disco, ‘Fuimos extraños’, ‘Rompecorazones’, con unos coros absorbentes como los que también maquillan ‘Lluvia del adiós’ –si cierran los ojos escucharán a Johnny Cifuentes- o ‘Dolor’.
La placa incluye dos temas extras, los titulados ‘Caminando’, una demo del año 2009, y ‘Quiero estar arriba’, de 2007.
‘En la ciudad’ contiene un puñado de buenas canciones que sin aportar nada nuevo -tampoco se pretende- agradan e invitan a bailar. Las sugerentes fotografías del interior son obra de Daniel Pereira. A los idólatras de la belleza más femenina decirles que la guapa modelo que decora la portada es Paloma R.
Amado Storni