El grupo Distrito Cero es uno de los nombres que más dieron que hablar durante el lustro de mayor popularidad del Heavy Metal en Madrid, pese a que diversas circunstancias impidieron a la banda alcanzar sus objetivos de grabar un disco con el que presentarse a escala nacional. Su origen hay que buscarlo en el Barrio del Pilar, al norte de la ciudad de Madrid, una zona que durante el final de los años 70 comenzaba a vivir una intensa actividad musical con grupos como Goma-2, en el que coincidieron dos de los futuros músicos de la formación que hoy nos ocupa: el bajista Carlos Escribano y el batería Jaime Jiménez. Durante un tiempo, ambos proyectos fueron coincidentes en el tiempo.
El proyecto de Distrito Cero como tal nació en 1978 y tras diversos cambios de músicos fue tres años después cuando se configuró la titularidad del cuarteto, que integraban el vocalista Antonio Martín, el guitarrista Alberto Téllez, el batería Jaime Jiménez y el bajista Antonio Pérez. Este último músico se integraría posteriormente en Cráneo, otra de las bandas importantes de la escena dura madrileña nacidos en su propio vecindario. Su sustituto fue Carlos Escribano, quien permanecería en el grupo hasta el final de éste.
El estilo de Distrito Cero era una mezcla del Heavy Rock clásico de influencia británica y la NWOBHM, con referentes como Rainbow, Iron Maiden, Whitesnake y los héroes nacionales del estilo que marcaban la adaptación del género a los cánones españoles. Su producción discográfica se limita a tres maquetas, la primera de ellas grabada en 1981 en los estudios Doublewtronics del madrileño barrio de Prosperidad. Las canciones elegidas fueron “Cerca del sol” y “Dioses de cristal”.
Este último tema fue premiado como mejor letra en el concurso Villa de Madrid al que se presentaron en 1981, justo el año en que Obús ganó el certamen. Para entonces el grupo ya formaba parte del circuito de competiciones similares y además solía participar con éxito en fiestas de distrito como las organizadas en su cercana Vaguada.
Su siguiente grabación doméstica llegó dos años después. “El señor de la tormenta” y “Esparta” se registraron en los estudios Track del cercano distrito de Tetuán bajo la dirección técnica del productor Eugenio Muñoz. La demo fue radiada generosamente por el locutor Mariano García, lo que fue cimentando su prestigio y aceptación entre la gran audiencia radiofónica de sus programas.
DC volvió a confiar en Muñoz y su casa Track para dar continuidad a su currículo y añadir un tercer soporte físico. En 1984 llegaron “Presas del poder”, “Hacha de guerra” y “Véndeme”, nuevas canciones que firmaban de forma conjunta en su composición e interpretación, como buena muestra de su conjunción de intereses artísticos y colectivos.
Distrito Cero seguía esperando una oportunidad concluyente mientras crecían su difusión radial y consideración crítica. Figuras relevantes del negocio como el manager Jesús Caja -representante de Barón Rojo- dirigió los pasos profesionales del cuarteto durante un tiempo. Caja les introdujo en el cartel rockero de las Fiestas del PCE en 1984, un hito compartido con otras bandas emergentes o ya consagradas y las miles de personas que asistieron a este multitudinario evento conocido como “la Noche Roja”.
El sello Chapa Discos se interesó por su fichaje -que venía reforzado por el interés de los hermanos De Castro-, pero diversas circunstancias malograron el contrato. Corría 1985 y el cantante Antonio Martín optó por dejarlo, desanimado ante la inconcreción de las promesas recibidas. Uno de sus sustitutos fue un joven José Molinero “Molly”, cantante de Hamlet, quien por entonces iniciaba su carrera musical. Este baile de titulares en el micrófono llevó al guitarrista Alberto Téllez a ser quien compatibilizara esa labor con la instrumental, aunque la solución tampoco convenció a los propios protagonistas.
1987 marca el final de esta etapa, ya que él y sus compañeros Carlos y Jaime optaron por refundar el grupo y convertirlo en Mr. Hyde, ya como trío. Muchos años después, en 2018, la distribuidora independiente Rock CD Records fue la elegida para editar un disco supervisado por la alineación clásica de Distrito Cero -incluyendo a Antonio Martín-, que recopilaba en un solo formato todo lo grabado por la banda. El cantante falleció durante la pandemia y sus compañeros aún le recuerdan con emoción. La publicación del compacto fue de algún modo un homenaje hacia su figura y legado.
Leo Cebrián Sanz