Ha tardado varias semanas en llegar a nuestras manos, pero ya tenemos aquí la edición de «El País Semanal» del pasado domingo 24 de enero. Quien nos pasó el ejemplar vio entusiasmado que uno de los tres titulares de portada nos podía interesar. «El ‘boom’ de las bandas femeninas de Rock’. No dudamos que la intención del autor del artículo era buena, pero Fernando Navarro nos ha vuelto a demostrar que la cabecera para la que escribe no entiende ni de lejos lo que es significa la palabra Rock.
De entrada, lo que sí nos gustó fue el titular del reportaje: «Ellas son la banda», que ciertamente recuerda bastante el nombre de un recopilatorio y documental de similar naturaleza. Nos sentimos pues honrados de haber servido de inspiración para el encabezado de un extenso informe de ocho páginas, que en su sumario afirma lo siguiente: «Talentosas y jóvenes, las formaciones de chicas en el rock español son una realidad. Tras décadas sin grupos femeninos, ahora triunfan y han venido para quedarse». Una foto de The Hinds acompaña el avance, lo que ya anuncia que en realidad se trata de un dossier sobre bandas de Indie y Pop Alternativo.
Formaciones como Amparito, Estrogenuinas, Ginebras, Lisasinson, Melenas, Mourn, Las Odio o las ya exitosas Cariño o Hinds son las que teóricamente abanderan el Rock femenino. Sin embargo, sólo Agoraphobia parece salirse de esta amalgama de Alternativo universitario, Pop identitario y un Indie de guitarras que no puede ser considerado Rock. Algunas de las bandas citadas nos gustan, que conste, pero por otros motivos. Sus iniciativas brillan con la luz propia y están avaladas por una personalidad propia bastante evidente, lo que no necesariamente las convierte en grupos de Rock. Y si tienen alguna duda, vean y escuchen la versión que The Hinds hizo de ‘Spanish Bombs’ en el programa «Una país para escucharlo». Sin duda, todo mensaje es susceptible de ser dulcificado, sin que por ello haya que conservarle la matrícula de «Rock».
Lo peor llega cuando Fernando Navarro quiere hacer historia del papel de la mujer en el Rock español. Baste citar los nombres propios que ilustran su visión de crítico musical especializado: Alaska, Amaral, Ana Torroja, Cecilia, Christina Rosenvinge, Luz Casal y Vainica Doble. No busquen ustedes a las protagonistas de «Ellas son Eléctricas», porque no las encontrarán. Sí figuran en cambio en el texto Los Fresones Rebeldes, Nosoträsh, Pauline en la Playa y dos concesiones inesperadas: Dover y Sex Museum. Una vez más se vuelve a relatar lo sucedido con las Vulpes… y poco más.
Cuando estas cosas ocurren es cuando más nos damos cuenta de la necesidad imperiosa de recuperar a las invisibilizadas mujeres del Rock y el Metal español. Quedan apenas unos días para que profesionales como Fernando Navarro descubran una realidad por completo desconocida para ellos, que les haga replantearse por qué, en plena era de la información a golpe de click, todavía los preceptores culturales del periódico español más importante continúan anclados en una estrechez de miras tan descorazonadora como, en este caso, ventajista.
Leo Cebrián Sanz