Una de las polémicas del verano en España está siendo el anuncio de la vuelta a los escenarios de Eskorbuto. No se trata de un caso similar al de Triana, con una formación en la que no hay ningún miembro original, ya que al frente del trío de Santurce sigue su batería Paco. No obstante, resucitar el nombre de Eskorbuto siempre implica un riesgo de desacralización, habida cuenta del verdadero mito Punk en el que el tiempo ha convertido a la banda más antisistema nacida durante los años 80 en el País Vasco.

En esta nueva etapa del gran grupo nihilista del Punk en castellano figuran otros dos músicos de amplia trayectoria y cierto prestigio dentro de la escena alternativa. Uno de ellos es Alik Kalaña, bajo y voz, con currículo previo como miembro y fundador de Zei, titular en dos discos de los propios Eskorbuto -etapa posterior a la muerte de Iosu y Juanma-, y componente de Kalaña, Dekadencia y La Mala Letra. Le acompaña Naty Penadas, fundadora y guitarra de Penadas por la Ley, a las que muchos recordarán por su colaboración con Boikot en su trilogía La Ruta del Che.

Los nuevos Eskorbuto ya han presentado su primer tema, de título “Censurados”, mientras anuncian fechas en diversas ciudades de la Península Ibérica para los próximos meses. Vienen de girar recientemente por Argentina, Colombia, México y Estados Unidos como inicio de su Eskizofrenia Rock Tour, lo que una vez más demuestra el gran cariño y respeto que siempre se ha tenido en toda América por Eskorbuto y su legado.

Confiamos en la sinceridad del proyecto y esperamos que el público reaccione positivamente, aun cuando no podemos evitar mencionar el desconcierto y ocasional disgusto que esta sobreexplotación del nombre de Eskorbuto ha generado entre alguno de sus seguidores puristas. Hay quien prefiere una banda tributo antes que un «apaño» con lo que hay, mientras que otros lo que quieren es escuchar sin más las canciones que han marcado su vida. Usted decide, estimado lector.