“Hard Rock y Rock Urbano, con algún toque Folk”… y mucho compromiso y concienciación. Así se autodefine y así definimos nosotros este colectivo musical de la ciudad de Segovia. Su nombre luce el acento en un lugar aparentemente incorrecto, pero ahí es justo donde sus inspiradores han querido que figure. ¡Esta vez no es una errata!

Aclarado este extremo, Excómunion comenzó a sonar en el mundillo del Rock en 2008, cuando editó las diez canciones de su primer y homónimo disco. Aquella fue una producción autogestionada y autoproducida, que cuatro años después tuvo su continuidad en el álbum “Con la Soga Al Cuello” (Gáser Discos), también con una decena de títulos. Entre los compañeros que les echaron una mano entonces figuraron Fernando Madina -Reincidentes- y Óscar Sancho -Lujuria-, tan de actualidad de forma conjunta en estas últimas semanas por su iniciativa “Rock contra el fascismo”.

No fue hasta 2017 cuando vio la luz su tercera grabación: “Por Lo Que Pueda Pasar”, seis composiciones al uso y la intro “De lo que era tradición”. En los créditos figuraban Ángel Galindo (voz), Francisco Arrieta y Miguel Bueno (guitarras), Juan Carlos García Funes (bajo), Carlos Gómez (batería), Fernando Ortiz (violines y coros) y Alfonso Barreno (teclados, flauta, trompeta, chirimía, fagot y coros). Sus colaboradores en estudio fueron Geni Uñón -percusionista-, Cristina Ortiz -flautista- y el poeta Carlos Serrano, que recitó su propio texto en uno de los temas más apreciados por el colectivo: “El día de la ignominia”.

Excómunion celebró hace sólo unos días los quince años de su primer concierto, que coincide con su resurrección informativa por el lanzamiento del videoclip del tema “La sangre no correrá», perteneciente a su segunda referencia. Los acontecimientos de los últimos años en el cono sur les han animado a rescatar su música y letra, cuya vigencia explican del siguiente modo:

“Esta canción ya tiene unos años y se escribió pensando en América Latina y en sus esfuerzos emancipadores, tantas veces reprimidos por la tiranía, el despotismo, el imperialismo y la avaricia del Norte.

Los últimos procesos políticos de cambio y electorales, las estrategias desestabilizadoras continuas, el auge del feminismo en el continente con sus retos y sus logros… muchos son los motivos que nos han hecho recuperar la canción y, para este vídeo, nos hemos centrado en la figura de Salvador Allende y el pueblo chileno, porque condensa un doloroso y violento aprendizaje en el pasado para tenerlo presente al construir futuro.

Una canción que es para todos los pueblos oprimidos y saqueados; a quienes viven en el miedo, la persecución, a los «falsos positivos», a quienes yacen en cunetas…

Esperamos que se disfrute y sirva de herramienta”.

Leo Cebrián Sanz