Esta semana, dos de los nominados para ser expulsados del espectáculo de telerrealidad que se emite en Telecinco son Fortu, cantante de Obús, y su pareja sentimental Yoli. La pareja «no da juego», como suelen decir los espectadores y tertulianos de este programa, que lo que más valoran son los enfrentamientos violentos y desagradables entre quienes conviven (o lo intentan) en la casa-plató de la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra.
«GH Dúo» ha seguido en las últimas semanas un guión casi previsible, consistente en animar a los más «profesionales» de sus concursantes a sacar lo peor de sí mismos. Una vez más, los más avezados especialistas en la trifulca mediática han dado a su público lo que éste quiere: bajos instintos, malos modos, gritos altisonantes, incapacidad para el diálogo, una teatral simulación de «sentimientos a flor de piel» y, finalmente, el ya habitual «coqueteo» de Telecinco con la legitimación de la violencia de género.
Frente a la jauría de mediocres que les han rodeado hasta ahora, Fortu y Yoli se han dedicado a asistir a las peleas ajenas con una notable cara de aburrimiento, sin excesiva implicación y a la espera de que pasasen los días para seguir cobrando semana a semana la parte correspondiente de su contrato de permanencia, que es como funcionan estos formatos.
¿Cuál de los tres dormirá esta semana en (su) casa?
A Fortu le están buscando las cosquillas en los últimos días para que el «televoto» le mande a la calle con la peregrina excusa de que le ha dicho a Kiko Rivera que el hijo de la Pantoja vive de su apellido o que no le gusta… ¡¡fregar los platos!! Pero lo cierto es que Fortu y su chica aburren a la masa televidente, y la clientela no perdona el tedio. La supuesta ex-novia o fuck somebody de Fortu, Carolina Sobe, no ha entrado al trapo de su teórica pasión por el cantante y ni por ahí han podido trabajar los guionistas para incentivar el atractivo de la pareja o del frustrado trío.
Por su parte, Yoli es de esas participantes que los eruditos en la «telebasura» dicen que «no aporta nada». Parece buena persona y no responde a planificación alguna a la hora de enfocar su competencia en el concurso. Por si fuera poco, tampoco luce escote ni ropa ceñida y provocativa, así que ya me dirán ustedes dónde le van a encontrar la gracia los adictos a la pelea ajena y televisada.
Telecinco invitó a su gala de ayer domingo a Ariadna, la hija de Fortu, para tratar de dar algo más de salsa al insípido guiso de esta «luz al final del túnel» que es la expulsión de su padre de «GH Dúo». Pero ni por esas…. De momento, disfrutemos de la recompensa: botas de flecos, chupas de cuero y, como siempre, camisetas de Obús a destajo en horario de máxima audiencia. Un mínimo toque de distinción para el heavy y el popero, el trapero, los aficionados a la copla y todos aquellos legos en materia musical, que este verano irán a ver a Obús con la excusa de que «es el tío ese de Gran Hermano».
Leo Cebrián Sanz
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