El ‘número 8’ de nuestra publicación Los+Mejores Rock Magazine, todavía en formato de fanzine, lo sacamos en julio de 1993. Seguíamos regalando los ejemplares y no percibíamos ingreso alguno, y continuábamos con el tamaño folio, además de portada en color aunque saliese un poco más caro.

En este ejemplar la tapa la ocupó Metallica. No podía ser de otra manera, se acababa de celebrar ese gran concierto del grupo, en el estadio del Rayo Vallecano, que permanece en la memoria de todos por la entrega y derroche de los cuatro músicos de negro bajo una intensa lluvia que cayó sobre Madrid.

El cantante Mike Tramp, una vez disuelto el grupo White Lion, formó Freak Of Nature y estaba moviendo a la nueva banda con conciertos en pequeñas salas europeas. Tomó la mala decisión de programar su bolo en Madrid, o alguien de contratarlo, el mismo día que Metallica iba a llenar el estadio de Vallecas. Su grupo anterior me encantaba y el disco de Freak Of Nature no me disgustó aunque tirase hacia el puto Grunge. Así que esa noche tenía clarísimo que, en cuanto Metallica acabase, raudo, iba a pillar un taxi que me llevase a la sala del barrio de Argüelles. Así lo hice mientras cruzaba los dedos para que el siguiente concierto de una noche completa no estuviese muy avanzado. Cuando llegué, con los más interesados de la redacción de Los+Mejores en el proyecto de Mike Tramp, me encontré con que, lógicamente, el Revólver Club estaba prácticamente vacío. Los músicos tomaban algo tranquilamente, como un cliente más, en la barra y resulta que eran ellos los que casi rezaban porque unos cuantos hubiesen tenido la misma ocurrencia que nosotros y quisieran hacer doblete.

Estas circunstancias propiciaron que pudiese charlar tranquilamente con los miembros de Freak Of Nature. Me preguntaron cómo había estado el ‘otro’ concierto, les mostré el fanzine Los+Mejores, Tramp se interesó por saber qué significaba aquello de “L+M”, nos firmaron, y el batería Johnny Haro, de abuelos cubanos tal como me dijo, puso su empeño en soltar alguna frase en español y estuvo muy cercano y simpático. Todo esto, antes del concierto, porque después seguimos departiendo con los músicos y es lo que reflejamos en nuestras páginas. La crónica es de Manolo Sonseca, que también hizo las fotos.

Jon Marin