El pasado martes 24 de junio tuvo lugar en la librería musical El Argonauta la presentación del libro «Helena Bianco. Entre el cielo y el suelo», publicado por Editorial Milenio en 2022. Pese a que la biografía de la artista vallisoletana cuenta ya con tres años, este nuevo estreno público ha supuesto una excelente oportunidad de volver a conocer los entresijos de este volumen de 330 páginas que sintetiza tanto la carrera artística como la peripecia personal de quien fuera cantante del grupo Los Mismos.

En la mesa de comparecientes estuvieron la propia Helena -a la que parte de su audiencia más reciente asocia con su triunfo en el programa de televisión «La Voz Senior»-, la actriz y musa de la transición María Luisa San José, el responsable de la colección «Música» de Editorial Milenio (Javier de Castro) y la fotógrafa musical y buena amiga de esta casa Carmen Molina. No fue el único nombre conocido que salió a la palestra, ya que el ensayo contó con el asesoramiento de Sergio Guillén, antiguo colaborador de LosMejoresRock.com, a quien hay sumar los prólogos de Guillermo Antón y Alfonso Arteseros.

Como muchos artistas de su generación -Elena Vázquez Minguela nació en 1948-, la carrera de la vocalista no se reduce solo a su etapa de mayor éxito popular con el conjunto que le dio la fama, sino que hasta llegar a éste pasó antes por una etapa de aprendizaje muy asociada a la música Ye-yé o simplemente «moderna». El grupo con el que Bianco ganó en seguridad y experiencia fue Los Jolly’s, con quienes publicó tres EPs y un single entre 1965 y 1966. Dos años después ya estaba integrada en Los Mismos, su definitiva escuela, tanto en la adaptación al castellano de grandes éxitos internacionales como en la elaboración e interpretación de repertorio propio como el celebérrimo «El puente» (ya saben, el imaginario que uniría Mallorca con la península).

La parte más interesante de la biografía es la relativa su etapa de transición en pos de una heroica trayectoria individual como Jara (1981), su resurrección pop-rockera como Bianco (1989) y un espíritu de «pico-pala» constante como solista que incluye desde un disco en «Homenaje a Rafael Alberti: Sueños de marinero» (1993) a discos navideños o incluso un aplaudido tributo a Mari Trini que llevó a las tablas hace un par de años.

La cultura popular española debe mucho a Helena Bianco, que en este ejercicio de introspección comienza recordando su infancia, la amarga experiencia como voz secundaria en el mundo de los musicales, el regreso de Los Mismos durante la segunda mitad de los años 90 y todo lo vivido en el presente siglo, que ha sido mucho y muy diverso («Experiencias en el nuevo milenio» se titula este fragmento). La intérprete le cogió la medida a la industria del entretenimiento en televisión, donde se ha movido últimamente con extraordinaria soltura, al punto de ganar ese «espectáculo de talentos» que tanta visibilidad otorga.

Leo Cebrián Sanz