Hoy vamos fuertes de sensaciones musicales extremas con el segundo disco de larga duración de esta banda vasca que utiliza el euskera para dar forma a su «mixto» de Thrash, Death y Black Metal. El recorrido de la formación ha dejado varios discos en el camino: los seis temas del EP ‘Hil Ala Bizi’ datan de 2012, en tanto las ocho pistas de ‘Giza Ankerkeria’ fueron editadas en 2016. Este año han sido tres los sencillos digitales extraídos de su nueva colección: ‘Agur’, ‘Sinisten dut’ y ‘Pertsona, terrorista’. Sus composiciones son más largas y están ahora más elaboradas que antaño, además de haber podido contar en los estudios Black Storm con el guitarrista y productor Ekaitz Garmendia (Legen Beltza, Extinction, Sijjin).
El concepto del álbum ‘Aske’ gira en torno a dos grandes preguntas casi filosóficas: «¿Qué es la libertad? ¿Quién nos la da, quién nos la quita?». Sus once canciones tratan de responder a esta cuestión, y las letras lo hacen «desde el punto de vista de aquellos que quieren romper sus cadenas. Migrantes, mujeres, animales, personas con adicción, con capacidades diferentes… son algunos de los protagonistas de este álbum». El grupo ha procurado «un ejercicio de empatía, un intento por ponerse en la piel de quienes pretender ser libres». Así pues, «las miradas, dudas y deseos del ser humano» pasan por un filtro de agresividad máxima, que pese a su dureza innata también conoce pasajes más elaborados, dúctiles y comunicativos.
Hilotz procede de Lasarte-Oria (Guipúzcoa), donde en 2009 se constituyó una cuadrilla integrada por los guitarristas Adrian Ormaechea y Aitor Zarzuelo, Mikel Yarza (bajo) e Iker Eleicegui (batería). Yarza pasó enseguida a cantar, mientras cambiaban sus recursos de versiones por canciones propias. Adrián fue reemplazado por Paulo Eizmendi, quien aún permanece como titular.
Tras la demo de 2012 grabada en los estudios Subeltza de la vecina Legazpi con la ayuda de Ander Zubillaga -en aquel momento guitarrista de la banda Switch-, la batería pasó a manos de Xabi Juantorena de Ibarra. Durante esta primera mitad de la década abrieron para referentes como Su Ta Gar, Angelus Apatrida o Crisix , amén de participar en concursos como el Wacken Metal Battle y el Villa de Bilbao. A principios de 2014 habían logrado acceder a sus semifinales, pero Aitor y Xabi Juantorena optaron por bajarse del carro de Hilotz.
El batería Etxahun Urkizu figuró ya en los ensayos como trío de cara a ‘Hil Ala Bizi’, lo que facilitó el trabajo con las canciones del nuevo disco. Pese a que llegaron a realizar tres conciertos con esta nueva selección de músicos, nuevos cambios pusieron dificultades en el proyecto. En 2015 Paulo deja su sitio a Pablo Cabasés, consolidándose por fin una alineación estable.
Leo Cebrián Sanz