En una entrevista reciente se le ha preguntado al cantante de Deep Purple, Ian Gillan, cómo se siente desde que en los últimos años toda la audiencia frente a él, cuando da un concierto, está con sus teléfonos móviles, brazos en alto.
“Al principio se me hacía muy extraño. ¿Por qué alguien quiere filmar un concierto en el que está presente y se está perdiendo el concierto en sí, la experiencia de vivirlo? Pero las generaciones cambian. Se volvió inútil resistirse a esa moda. Nos acabamos acostumbrando a eso. Es más, ya se me hacía divertido ver a todos sujentando en alto sus teléfonos cuando en el pasado eran encendedores. Al principio no entendía por qué todos tenían que compartir todo y estar en comunicación constante con quien fuera. Pero ahora, con esta pandemia, doy a gracias a Dios porque esto sea algo normal. Gracias a esto mi teléfono no ha dejado de sonar y estoy muy agradecido a mis amigos y simpatizantes de todo el mundo. Insisto, no siempre lo entiendo, pero es que soy demasiado viejo.” [Risas]
Hace unos años, en una rueda de prensa celebrada en Ciudad de México, Gillan comentó con sarcasmo: “La ventaja de ver cientos de celulares elevados en los conciertos es que las personas ya no se queman los dedos con los mecheros”.
- Son muchos los músicos que en los últimos años se han mostrado contrarios al abuso de la tecnología móvil y opinan que arruina la experiencia de un concierto y ver a un grupo en directo.
Corey Taylor (cantante de Slipknot y Stone Sour) dijo: “Está bien que la gente quiera hacer unas cuantas fotos de sus bandas favoritas, pero ¿grabar el concierto completo? Y además, una cosa sería filmarlo, pero otra es estar todo el tiempo mirando la pantalla y viendo lo que filmas. Si lo tienes ahí, ¿tanto te aterroriza la vida real que no la puedes mirar si no está dentro de esa pequeña pantalla? ¡Es muy raro!”
Sully Erna de Godsmack comentó: «Creo que a veces sólo se trata de disfrutar el momento y saber que vas a tener ese recuerdo, siempre lo vas a tener. No desaparece. El cerebro es mucho más complejo y mucho más poderoso que la computadora más rápida del mundo y tiene esos elementos de emoción y sentimiento, que es mucho más. Todo lo que preparamos y hacemos en un concierto es para que el cuerpo humano lo absorba, no es para que lo guardes en una máquina.”
Sebastian Bach, cantante, ex Skid Row, soltó hace cinco años: «Cuando grabas estás distraído y también distraes al intérprete. ¡Guarda tu puto teléfono, maldita sea! Si ni siquiera vas a ver esas imágenes luego…»
Bruce Dickinson, en un concierto de 2012 con Iron Maiden, llamó imbécil a un seguidor que sólo miraba a su teléfono. Parece ser que estaba mandando y leyendo mensajes de texto (o watsap) constantemente.
Cuando Axl Rose se reunió con sus antiguos compañeros de Guns N’ Roses, Duff McKagan y Slash, por primera vez en veintitrés años, en el Troubadour de Los Ángeles -abril de 2016-, el concierto fue obligatoriamente sin teléfonos, no se permitía al público que accediera con ellos. El bajista Duff contó tras el show: «¡Dios, fue maravilloso! Era la sensación de la vieja escuela, de antes, cuando la gente bailaba, saltaba y se movía. Fue realmente genial».