A comienzos de 2015 ya estaban dispuestos a alterar nuestros sentidos, tanto en directo como en disco. Ese mismo año presentaron los cuatro temas de su primera grabación, el EP «Inducción Letal». Posteriormente formaron parte del cuarto y quinto volumen del recopilatorio «Cien por Cien Punk Rock», mientras aceleraban de 0 a 100 para rodarse bien sobre los escenarios. En marzo de 2018 dieron salida a su primer disco, de título numérico: «13», con temas como «Strippers en Teruel» o»Ramón de Pitis». Lo publicó Thrashin Records.
Jota (guitarra y voz), José (bajo y coros) y Sara (batería y voces) divirtieron a su parroquia en actuaciones en pequeñas salas de la ciudad de Madrid como BarCo, Fun House, Gruta 77, LaMala, Maravillas, Rock Palace, Trashcan y Wurlitzer y eventos de la comunidad skater como dos de las ediciones del micro-festival Puretas On The Road.
Musicalmente son sucios y primitivos como el Punk Rock and Roll que los parió. Cada noche rezan a sus santidades Motörhead, New Bomb Turks, The Dwarves, Nashville Pussy, Turbonegro o los locales Nuevo Catecismo Católico y Discípulos de Dionisos. Con leer los títulos de su nueva producción, publicada en pleno confinamiento, nuestras ganas de verles en directo nos consumen por dentro: «Lencería del chino», El milenarismo va a llegar», «Homeopatía letal», «Máquina de rocanrol» -título del álbum-, «El rubio de los pictionary 5», «Esclavo del black metal», «Adictos al gaualapop», «Selfis», «Miss Oslo» y «Cuñaos». Lo han grabado en los madrileños Estudios La Chulona, con Álvaro Escribano a los controles.
Leo Cebrián Sanz