Jane’s Addiction ha suspendido el resto de su gira estadounidense después del incidente que protagonizó el cantante Perry Farrell, que quiso agredir al guitarrista Dave Navarro sobre el escenario el pasado 13 de septiembre en Boston.
Hoy, lunes 16 de septiembre, los miembros del grupo -Navarro, el bajista Eric Avery y el baterista Stephen Perkins, excepto Farrell- han publicado en redes sociales: «Debido a un patrón continuo de comportamiento y las dificultades de salud mental de nuestro cantante Perry Farrell, hemos llegado a la conclusión de que no tenemos otra opción que interrumpir la gira actual por Estados Unidos. Nuestra preocupación por su salud y seguridad personal, así como por la nuestra, no nos ha dejado otra alternativa. Esperamos que encuentre la ayuda que necesita. Lamentamos profundamente no corresponder a todos nuestros fanáticos que ya habían comprado entradas. No vemos otra solución que garantice un entorno seguro en el escenario o que nos permita ofrecer una gran actuación todas las noches. Tenemos el corazón roto. -Dave, Eric y Stephen».
En un comunicado aparte en el perfil de Jane’s Addiction se dice más escuetamente: «A todos los seguidores: la banda ha tomado la difícil decisión de tomarse un tiempo de descanso. Así que cancela el resto de la gira».
El pasado sábado el grupo pidió disculpas por lo sucedido en Boston y suspendió, en principio, el siguiente concierto en Bridgeport – Connecticut-. Hoy ya se ha confirmado que no se realizarán más. A la banda le quedaba por cumplir otros catorce conciertos hasta el 16 de octubre.
La mujer de Perry, Etty Lau Farrell, explicó en Instagram el sábado que había mucha tensión y animosidad entre los miembros y que la mecha prendió esa noche. Añadió que a su marido le frustraba el alto volumen al que el resto de la banda tocaba y que ello afectaba a su voz, la cual sentía tapada por el resto. Dijo también que Perry parecía una bestia enloquecida durante la siguiente media hora, después del incidente del viernes, pero que finalmente se derrumbó y lloró y lloró. Acusó al bajista Eric Avery de haberle dado tres puñetazos en el estómago a su esposo. También insistió en que el alcohol no estaba siendo un problema para Farrell en estos momentos.