Hace más de dieciocho años, a finales de 2002, mientras preparábamos nuestro ejemplar de diciembre, la discográfica Locomotive, con la que luego Mägo de Oz acabaría incluso en los juzgados, me planteó hacer una entrevista más a Txus. El batería estaba pasando unos días en Bilbao y servidor estaba anclado en Madrid, así que la solución iba a ser un frío cuestionario por correo electrónico. Pero Txus tuvo el gran detalle de, dada nuestra buena amistad en aquellos tiempos, proponer que esperásemos a su vuelta y vernos cara a cara, quería contarme cosas interesantes de tú a tú y no por medio del ordenador.

En la entrevista que a continuación os mostramos, tras varios penosos acontecimientos en su gira mexicana, las críticas al grupo a un lado y otro del océano, etc., Txus se mostraba muy cansado de todo y llegó a decirme que, una vez que Mägo de Oz cumpliese con los compromisos adquiridos, diría adiós. Su hartazgo en aquellos momentos le hacía desear romper la carrera del grupo. Luego ya todos sabemos lo que sucedió con el ascendente camino de su banda. La cabeza se enfrió, también los sentimientos, y la vida musical del ‘Mago’ no se truncó abruptamente.  

Jon Marin