Nos acercamos por la sala Garage Beat Club a la hora concertada (o eso creíamos. Resultó que como los carteles son idénticos, en el de Parla ponía “apertura 20h”, pero en Murcia era “apertura 21 h”. El tema fue que al entrar en el local estaban en pleno ensayo. Nuestra alegría duró escasamente un minuto, hasta que nos echaron fuera, indicándonos que volviéramos a las nueve de la noche.
Había un buen ambiente exterior, con unos chavales reagrupados alrededor de un coche con la música de Santa de fondo. Pasó la consiguiente hora hasta poder entrar una cifra de asistentes que calculo entre 150 y 200 personas. Mucho veterano, aunque lo normal si consideramos que el primer disco de Santa salió hace casi 40 años (como apuntó Jero).
Sobre las 22 horas comienza a tocar la Manhattan Rock Band, que no es otro que el grupo que luego hará los temas de Santa -sustituyendo al guitarrista por Jero, claro-. Empiezan con el ‘We Rock’, de Dio. Lo curioso fue que escuchábamos primero la voz y luego apareció la vocalista, lo que en primera instancia nos hizo pensar que era una grabación con la voz de Dio. ¡¡¡Para que os imaginéis el parecido vocal!!!
Luego hicieron ‘One by one’, de H.E.A.T., seguido del tema de Evanescence ‘Bring me to life’. Más tarde sonó ‘The phantom of the opera’ en versión Nightwish… para que os hagáis una idea de las tesituras vocales de Mer. Hacen después un tema compuesto por ellos de nombre “Hijos del miedo” y nos sorprenden con el “Maldito sea tu nombre” de Ángeles del Infierno y ‘Separate ways’, de Journey. Terminaron su set con ‘The final countdown’, de Europe.
Llega la hora de la verdad… hay cambio de guitarristas y sale Jero Ramiro. Entre el público, alguien grita: “Azucena forever!!”, por si no quedaba claro que sin Azucena este “homenaje” está cojo. Se escuchan a continuación los cantos gregorianos con los que empezaban Santa varios de sus conciertos. El repertorio es el mismo que en Madrid: “Héroe de papel”, “No hay piedad para los condenados”, “Fuera en la calle”, “No eres suficiente”, “Por la espalda” -del tercer disco con Leonor-, “Huérfanos de la tormenta”, “Todo mi honor” y el cierre con “Reencarnación”. El sonido de la sala es espectacular. Se puede escuchar con nitidez cada instrumento, incluso las letras a la perfección. En algunos temas echamos de menos el doble bombo de Bernardo Ballester. Jero está contento. Dice que es el mejor público de los tres conciertos.
El último tema se lo dedican a la memoria de Azucena. Cualquiera podría sentir su presencia al escuchar aquellos temas que hizo suyos. Jero presentó a Mer como una vocalista a la que augura un gran futuro; como hacía Azucena, se caracterizó muy bien expresivamente. El público disfrutó y Jero estuvo inmenso con la guitarra. He escuchado a cientos de miles de guitarristas, pero puedo jurar que extrajo notas agudas de su vieja Fender Stratocaster que no se los he oído a nadie.
Termina la actuación. Los músicos salen a hacerse fotos con los presentes y firmar algún disco (como en mi caso el “Reencarnación”, por Jero). Momentos muy emotivos los vividos. En fin, un gran concierto para no olvidar. Santa forever!
Javier Costas