Ayer reseñábamos la sorprendente e inesperada inclusión del grupo Azero en el festival Viñarock en calidad de banda ganadora de su concurso de grupos, pero resulta de justicia presentar también a la otra formación con la que comparten el honor de abrir los escenarios del viernes 28 de abril: el quinteto murciano MeZ-K.
Plácido “Kapullo” (voz), Karlitos (voz y guitarra solista), Kapa (bajo), Ramón “Moncho” (guitarra rítmica y coros) y Miguel (batería) son hijos de esa generación que ha crecido dedicando tanto tiempo a escuchar Punk como a bailar un Ska acelerado y reivindicativo. Hay espacio recurrente para la participación de un saxo ocasional, lo que siempre enriquece un sonido de estas características.
El resto de la inspiración musical de MeZ-K llegó de la mano de esa apertura absoluta a todo tipo de estilos vinculados a la fiesta combativa, como el Hip-Hop, y de esos elementos del baile cada vez más presentes en los colectivos de agitación, como el Funk, el Reggae o incluso la cumbia. Qué lejos quedan los tiempos en que mover el culo con un mínimo de ritmo estaba mal visto en los centros sociales -entonces «okupas»-… y qué poco echamos de menos aquella severidad de lo políticamente aburrido.
El equipo inició su camino en 2011 y cuatro años después fue finalista del concurso Vega Baja Radio y de la Batalla de bandas Toxic Music; ya en 2016 alcanzaron las semifinales del certamen CreaMurcia. Hace unos meses publicaron su primer disco, titulado «Esto no es serio», en el que participaron José (Karma Cadabra), Pablo (Carencia de Ideas) y sus compañeros de No Konforme en la acertadísima «Pasión de tertulianos». Spotify y You Tube son las plataformas de difusión de su debut. Dos años antes ya habían movida una maqueta de siete canciones, a la que asimismo dieron acceso directo desde su emplazamiento oficial en el canal gratuito.
Leo Cebrián Sanz