Hoy martes 6 de febrero se ha presentado el cartel de la tercera edición de «Noches del Botánico», el festival de música en directo que reemplaza a los tradicionales conciertos veraniegos del Conde Duque o su posterior versión en el escenario Puerta del Ángel. El evento se desarrollará entre los días 21 de junio y 29 de julio en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid, con una programación básicamente ecléctica y dirigida a un público senior, que busca la comodidad tanto como la calidad en la programación de artistas.
La rueda de prensa celebrada en las instalaciones exteriores del Museo del Traje, muy cerca de donde tendrán lugar las actuaciones, ha servido para desvelar los nombres ya confirmados y comentar algunos aspectos de la logística que supone el montaje de una infraestructura que permanece abierta para la música en vivo durante algo más de un mes. «Noches del Botánico» no es una cita netamente rockera, pero siempre despunta por la contratación de algún grupo o personaje relevante dentro de la historia de la música popular más eléctrica.
Este año las fechas de mayor interés para nuestros lectores son las de su primera jornada, jueves 21 de junio, con una doble cita en la que Elvis Costello & The Imposters compartirá tiempo y espacio con el brasileño Seu Jorge y su espectáculo ‘The Life Aquatic’, basado en versiones de David Bowie en unas tesituras por completo distintas a las originales. Los guitarristas Jeff Beck y Pat Metheny estarán presentes los días viernes 29 de junio y lunes 2 de julio, respectivamente. Finalmente, el miércoles 25 de julio tendremos la oportunidad de ver el resultado de la fusión artística de Gary Clark y Corizonas.
Cabe recordar que en la debutante edición de 2016 se contó con la participación entre otros de Robert Plant and The Sensational Space Shifters, Marillion y Steve Vai, y que un año después pudimos disfrutar de Roger Hodgson -el componente con más talento de Supertramp-, Beth Hart y Rosendo.
Desde LosMejoresRock.com animamos a la organización a incluir a más solistas, bandas y guitarristas de Rock clásico, ya que no existe en la capital ningún otro recinto tan digno a la hora de garantizar el confort de sus asistentes. La existencia de un «anillo» físico de restauración con las consabidas camionetas de comida rápida nos gustó mucho, aunque no tanto la zona comercial, que al parecer este año se reconvierte en un mercadillo de artesanía. En cualquier caso, se trata de aspectos que un año tras otro mejoran la excelencia de un acontecimiento aún joven, al que han bastado un par de ediciones para alcanzar la categoría de «vinimos para quedarnos».
Leo Cebrián Sanz
Fotos: Virginia LPP.
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