Qué mejor manera para rememorar viejos tiempos que volver a disfrutar de un concierto de los legendarios Topo, que el pasado viernes 10 de junio presentaron en la céntrica sala Independance Club su nuevo disco, «Duros y dulces años».

El grupo fundado por José Luis Jiménez y Lele Laina (recientemente visitaron los estudios de Radio Enlace, https://www.ivoox.com/otra-semana-rock-31-05-2022-entrevista-a-topo-audios-mp3_rf_87950808_1.html) es un valor seguro, sobre todo en los conciertos de clubes. Suenan compenetrados, compactos y contundentes, con la inestimable ayuda de Jesús Sánchez Almodóvar (tremendo batería) y del virtuosismo y entusiasmo del guitarrista Luis Cruz.

Parece mentira, pero siempre transmiten y nunca empalagan con clásicos que hemos escuchado muchísimas veces como «Los chicos están mal», «Marea negra» o «Vallecas 1996». Y qué decir de los temas legendarios del primer disco de Asfalto, siempre presentes en los recitales de Topo; me encantó «Ser urbano» o el solo de bajo de Jiménez en «Días de escuela», aunque también fue emocionante la interpretación con acústica y armónica de «El emigrante», de la mano de Lele Laina. Se trata de una canción que refresca este repertorio trillado durante décadas, lo mismo ocurre con «Guerra fría», perteneciente al disco “Marea negra”.

Pero pocos temas hay más refrescantes que «Batalla naval», un homenaje al fallecido Juanjo Espartero (que regentaba la desaparecida sala vallecana Hebe) haciendo referencia a la fiesta del agua por antonomasia. Esta canción, perteneciente a su último disco, sirvió para abrir un evento en el que Topo no renegaron de sus nuevas canciones, entre otras, «La bruja del rock» o «Pinta en espadas», una muestra más de un inconformismo que sigue vigente en uno de los combos fundadores del rock urbano español.

Texto y foto: Javier del Valle