El fenómeno Nurcry sigue creciendo. Tras aquella inicial rueda de prensa celebrada en The Godfather Club, la banda regresó al barrio de Vallekas donde se encuentra esta sala madrileña para su segunda actuación en la capital. Ya les vimos en la amplia Revi Live y ahora tocaba confirmar aquellas impresiones en un formato más íntimo.

La singularidad de esta banda es tal y todos los detalles están tan cuidados que una vez más consiguieron sorprendernos, esta vez con un minuto inicial de silencio dedicado a las víctimas del incendio producido en Valencia algunos días antes. En mi caso es la primera vez que veo algo parecido en un concierto de Rock, máxime cuando además se hizo público que la recaudación de la noche iría íntegramente a beneficio de las familias afectadas, tanto de lo recaudado en taquilla como de lo vendido en el puesto de mercadería.

Con esa actitud subió a la tarima el quinteto, a quien también en esta ocasión acompañó Natalia Martín a los coros. Su participación fue continua, por lo que de algún modo se la puede considerar ya un elemento más del proyecto. También lo es por supuesto el capo de la idea, Ángel Gutiérrez, a quien saludaron sus compañeros desde su salida misma a escena. El mentor de Nurcry lo filmó todo desde abajo y al fondo del local, mientras saludaba a quienes le felicitaban, que fueron muchos y diversos.

El público de la noche fue el que nunca falla en el entorno del grupo, compuesto por una fiel cuadrilla de familiares, amistades, audiencia random y curiosa… e incluso alguna celebridad musical como la pareja compuesta por Salva y Glory, de la banda Guadaña, que acudió a apoyar de facto la interpretación de música original en directo. El ambiente de fiesta y concordia era tal que incluso se coreó el “cumpleaños feliz” de su guitarrista Manu Acilu.

Esta nueva gala del disco “Destino, Yo Te Busco” incluyó siete de sus doce canciones, aunque intercaladas por otros números de su anterior trabajo. Fue así como sonaron el tema-título, “Hombre asesino”, “Falsa y mortal”, “Contra viento y sol”, “Sal y vida”, “Corre tú más” y los bises de “Hermanos de fe” y “Latidos de pasión” -su último single independiente, que de algún modo hace las veces de pista extra de “Destino…”-. De su debutante “Alma Libre” sonaron la composición homónima, pero también una inicial balada (“Lágrimas de libertad”), su consecutiva en el disco “Sin temer al sol”, “Alza tu bandera”, “Del mismo infierno”, “Yo te oigo” y “Sangre eterna”. Su orden de interpretación “salteada” en el repertorio dotó a éste de una interesante variedad, a la que también dio un aire más dinámico la versión que Nurcry hace del clásico “Maldito sea tu nombre” de Ángeles del Infierno.

En cuanto al rendimiento de los músicos en vivo, cómo se nota que ya han dado varios conciertos en esa mini-gira que les ha llevado por distintos puntos de la península. Nurcry suena con un registro más compacto y orgánico, sin apenas titubeos y con una incipiente personalidad propia. La dupla de guitarras es de lo mejor del mercado (Juanjo Alcaraz y Manu Acilu, éste con un prolongado solo instrumental del final del show), en tanto la experiencia de “Peri” con su bajo marca la diferencia del músico más veterano y fiable. Celebramos que un cada vez más entregado y efectivo Kike Fuentes haya prescindido del “chivato” digital para las letras, aunque Natalia sigue dependiendo de él -entendemos que una cuestión fácil de solucionar con apenas unas fechas más de citas en directo-.  

“Vivi” a la batería le pega bien duro y preciso, lo que desde luego aumenta la corporeidad del sonido global. Todos ellos “progresan adecuadamente”, tal y como afirmaría el hipotético tutor de su clase de música si se tratase de un emergente grupo nacido en un Instituto.

Leo Cebrián Sanz