Hacía mucho tiempo que no escuchábamos la palabra «Punkarra». Y «Malas Pulgas» nos recuerda irremediablemente al perro pulgoso de los famosos dibujos animados de los «Autos Locos». Estos cinco tipos viven en Andorra, pero en «Andorra la buena», la de Teruel. Sus vecinos implicados son Ángel (voz), Alberto «Pelu» (guitarra y coros), Marín -ídem-, Javier Carbonel «Barrabás» (bajo y coros) y «Bola» (batería).
El Punk-Rock de los aragoneses suena a cañonazo en «Pánico a Vivir», un álbum de catorce temas rápidos y con la agresividad que corresponde a cada argumento que despliegan. Con anterioridad ya hicieron lo propio en sus debutantes diez letras de «El Consumo Te Hace Exclavo», publicado en 2018 por Carcajada Records, el mismo sello responsable de su última referencia, con fecha de 2021. El pasado año ficharon por la agencia de representación artística Alternativa Management, cuya logística y conexiones les facilitó el trabajo junto a Alfredo Piedrafita en el estudio El Sótano, de la localidad navarra de Artica.
Las composiciones que más están promocionado de este segundo trabajo son «Pánico a vivir» y «Siempre Iranzo», todo un himno en aragonés ya incluido en el disco ‘O Zaguer Chilo’, auspiciado por la asociación cultural Nogará-Religada. Esta vez la han interpretado en castellano y en ella destaca la voz del propio José Luis Iranzo, activista local del que se rescata una de sus intervenciones públicas. Otros temas relevantes son los de denuncia social («Horizonte criminal» o «Política empresarial»), los más emotivos -como «Eutanasia» o «Punkdemia»- y la fiesta inherente a «Tiempos vividos» y «El bar». «Salgo a caminar» es la ya casi obligada reflexión de los grupos de esta región en torno al éxodo rural «por falta de trabajo y otros sucesos tristes del día a día». Los colaboradores del álbum han sido Fernando Madina (Reincidentes), Gabri (Dakidarría), Mena (Manifa), Fran (Ni Zorra) y Podri (Rat-zinger).
Punkarras Malas Pulgas nació en el verano de 2015 y fue el resultado de la unión de varios músicos con experiencias grupales previas, que no tardaron en pasar de las versiones a temas propios con los que denunciar todo aquello que veían injusto o absurdo en esta sociedad de tan discutible naturaleza. Las ganas de fiesta «con conciencia» les aseguran un objetivo común: el de desahogarse y quedarse a gusto tras cualquiera de sus conciertos. En directo han tocado en festivales como su local AndorraRock 2017, MacarioRock y OlmoRock, además de patearse a conciencia la provincia a la que tan unidos se sienten.
Leo Cebrián Sanz