Shurakay es un cuarteto de Barcelona que practica un excelso Rock Progresivo Instrumental y que se ha estrenado con el doble CD titulado “Overseas tales”. Santi Bertran (batería y percusión), Daniel Payá (guitarrista y teclados), Biel Solsona (teclados) y Antonio León (bajista) tienen un largo recorrido en diferentes formaciones y todos son docentes de la música, además. Hablamos con Santi, el batería, que comienza confirmándonos el punto de la enseñanza…


por Jon Marin


-Sí, nos dedicamos todos a la docencia.

¿Fue esa la razón de conoceros y juntaros para formar Shurakay?

-Fue a través de compañeros comunes y también en la Escuela de Música Moderna y Jazz de Barcelona. Shurakay nace después de mi concierto de graduación con algunos compañeros que me acompañaron. La idea era hacer algo de fusión. Empezamos sesiones de ensayo y espontáneamente surgió esto.

En una de vuestras hojas de promoción leímos: “En la música de Shurakay encontrarás reminiscencias del prog-rock británico de los setenta, del art-rock americano y también de la ola de metal progresivo de los noventa”. ¿Es una buena definición?, ¿Añadirías más matices?

-Bien, desde mi punto de vista, hay un poco de todo eso… Quizá más del prog-rock británico, género que me encanta, sobre todo el de los setenta, cuando lo llamábamos rock sinfónico. También hay algo de art rock al ser un álbum con temas de larga duración con reminiscencias de la música clásica; también alguna sección algo más metalera como en el tema “Cignus neck”… De todas maneras, Shurakay es fruto de largas sesiones de improvisación hasta darle forma a los temas. No pensamos en este grupo o aquel otro. Creo que Shurakay es algo fresco, a la vez que clásico.

También decís que Shurakay “hace honor al legado, por ejemplo, de Liquid Tension Experiment”. ¿Puedes añadir más grupos como influencias claras?

-Eso viene de una reseña que nos hicieron. Es de agradecer que nos comparen con Liquid Tension Experiment. Puede que al escucharlo alguien pueda pensar en eso por estructuras y duración de los tracks, pero sigo pensando que Shurakay es algo diferente. En cuanto a mí, estoy claramente influenciado por Yes, King Crimson y Genesis. Las influencias de Dani (guitarrista) van más por Pink Floyd, Camel y Jimi Hendrix Experience. Antonio (bajista) tira por Iron Maiden, Red Hot Chili Peppers… y Biel (teclista) más por Los Beatles, Snarky Puppy, Michel Camilo… Como puedes ver hay una variedad importante, pero no descartamos la fusión tipo Chick Corea, algo de jazz y de todos los estilos en general.

Y de jovencitos, ¿son estos que me has nombrado los grupos que escuchabais?, ¿de dónde venís como oyentes hasta que decidís dedicaros a la música?

-En mi caso, teníamos un club de amigos donde hacíamos nuestras fiestas y sonaban desde Krafwerk, Status Quo, Dire Straits, The Knack, Yes, Queen -por cierto, escuchando “Mustapha” de Queen me dio un giro la cabeza y ahí empezó mi interés por la música en general y la batería en concreto-, Golden Earring y un sinfín de grupos y estilos. A Dani lo conocí tocando con J. Dillinger hace ya bastante tiempo. Hacíamos versiones de funk. Biel había estudiado batería conmigo y tocado en un grupo de batucada que yo dirigía. A Antonio lo conocí a través de Dani, nunca habíamos coincidido.

De manera más escueta, vuestro estilo es Rock Progresivo Instrumental. ¿Por qué decidís hacer música no cantada, a pesar de que esto la hace, lógicamente, menos comercial? ¿Pensasteis en algún momento tener un cantante?, ¿es una puerta cerrada en el futuro o se podría dar?

-Al ser un álbum conceptual y por la manera en que se gestó la música, fue fluyendo, sin pensar en la voz, así que al final la obviamos. No estamos cerrados a incorporar una voz, todo dependerá de las nuevas ideas que surjan.

¿Por qué pusisteis ‘Shurakay’ al grupo?

-Soy muy aficionado a la literatura fantástica y leyendo un libro, hace ya mucho tiempo, que se llama “Trono de huesos”, se mencionaba sólo una vez, si mal no recuerdo, a un dragón llamado Shurakai. Ese nombre se quedó archivado en mi cabeza y, cuando creamos el grupo y al escuchar lo que iba surgiendo, propuse ese nombre y así lo decidimos. Cambié la i latina final por la y griega, sobre todo, para no tener problemas de derechos y tal.

¿Por qué decidís que vuestro primer trabajo, “Overseas tales”, sea un disco doble y conceptual?

-“Overseas tales” es un disco doble porque no nos cabía toda la música que teníamos preparada hasta el momento y, en vez de sacar un trabajo primero y después otro, decidimos hacer un disco doble, ya que toda la música tenía un hilo de conexión acerca de títulos y personajes de libros que yo había leído. A medida que se iba componiendo, veía la conexión con esos cuentos fantásticos y les iba poniendo los nombres a los temas. Finalmente quedó como un paquete de material temático. Y nos pareció más lógico no dividirlo en más de un álbum.

La portada es bastante representativa y acorde con el título del álbum y su contenido. ¿A quién se le ocurrió, quién la ha hecho?

-La idea de la portada es mía. Estábamos buscando fotos Dani y yo teniendo ya clara mi idea de que fuera el mar con una puerta hecha de agua que nos llevara al mundo de Shurakay. Cruzar la puerta, fundirte y dejarte llevar por los cuentos de ultramar. El diseñador de la portada fue Toni Buenavida que, tras varios esbozos, consiguió lo que queríamos.

(Continuará).