Nueva entrega de nuestra serie sobre el día a día entre las paredes del estudio. «Sabor agridulce, que me distorsiona la realidad» y «Un hacha, dos niños, tres dedos y cuatro temas», los dos titulares que resumen sendas sesiones de muy distinto signo.
Uno de los componentes de la banda afronta en solitario su trabajo con sus partes de guitarra pendientes, logrando salir airoso del desafío de grabarlas en un tiempo limitado
Tras un periodo de descanso en el proceso de grabación de su nuevo disco, esta banda anónima -que no imaginaria- vuelve al estudio para continuar …
La banda efectúa un receso por motivos de trabajo, pero nos deja las últimas entregas de este documento tan interesante y verosímil sobre cómo se desenvuelven los músicos en un entorno profesional
Dos nuevas entregas: «Primer día, muchos preparativos y poca producción» y «Señores… sírvanse. El estudio es suyo»
En esta primera entrega se describe el nerviosismo propio del comienzo del proceso, así como las expectativas que se tratarán de cumplir durante el trabajo junto al productor
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