Ya tenemos entre nuestras manos el maravilloso primer volumen de «Tormenta de Acero», el recopilatorio de bandas heavies de los años 80 que responde al subtítulo de «Crónica independiente del Heavy Metal subterráneo español». La iniciativa está rodeada del más absoluto de los misterios, ya que se trata de la primera y única referencia hasta el momento de un sello por completo desconocido: Periferia Ibérica Discos. Los discos originales, los textos y la memorabilia han sido facilitados por un enigmático personaje denominado El Químico, con lo que nos quedamos como estábamos.

En cualquier caso, alabada sea esta selección de los singles más inaccesibles o desconocidos del Metal nacional. Los grupos que han sido objeto de esta necesaria recuperación proceden de Madrid (Kaputt), Toledo (Nois) y Ciudad Real (Zaas); Barcelona (Oro y Zeus) y Tarragona (Viuda Negra); Valencia (Atila, desde Buñol; Stress, desde Gandía), Murcia (Hellbound, desde San Pedro del Pinatar), Palma de Mallorca (Drakkar y Zhentauro) y Álava (Osiris, desde Vitoria).

El estilo dominante es el Heavy Metal más ortodoxo que tanto gustó y se practicó durante la década de los ochenta, pero también se incluye algo de primitivo y pionero Rock Duro de finales de los años 70 con Kaputt -cuyo cantante era Valentín del Moral «El Chino» (Banzai y Chino Banzai)- y del postrero Thrash Metal de Hellbound, ya en 1988. Todas las letras son en castellano, salvo ‘No volem invasors’, de los precursores del Metal en catalán Zhentauro, y ‘Night of the living deads’, de Hellbound.

El grueso de las cronologías se enmarca en en cénit vivido entre 1983 y 1985. Cada banda ha sido reconocida en su justa medida gracias a una investigación documental impresionante, ya que se aportan datos por completo inéditos sobre las formaciones concretas que configuran el disco y las escenas locales en las que se desarrollaron.

El libreto de 20 páginas en tamaño folio constituye un libro en sí mismo, a tenor del texto de introducción y la pormenorizada reseña de cada uno de los protagonistas. El despliegue textual se completa con una imagen de la banda, su logotipo y el sencillo a 45 RPM del que se ha extraído la canción representativa. La portada del cuadernillo corresponde a una foto de Miguel Trillo y una de sus páginas está dedicada al mercado internacional mediante breves reseñas en inglés de cada grupo y tema.

Tanto la foto de portada como la de contraportada son muy emblemáticas. La imagen de dos de los músicos de Atila con cadenas y botas de invierno resulta espectacular, como impresionante también lo es en el reverso la pose agresiva de Félix Bustillo, cantante de Zeus.

Leo Cebrián Sanz