Este grupo valenciano natural de la localidad de Buñol fue precursor del Heavy-Metal más puro en la Comunidad Valenciana. La banda, que comenzó en 1977 como quinteto bajo el nombre de Pililas D’a Metro, terminó adoptando el formato de trío y cambiando de nombre en 1985, coincidiendo con su etapa de producción discográfica. Entre sus méritos pre-Atila destaca el segundo premio obtenido en un concurso celebrado en Valencia que organizó la Diputación provincial, por detrás de un nombre de gran aceptación posterior en el mundo del Pop-Rock: Seguridad Social. Curiosamente, ya como Atila, el grupo abriría para otras bandas de sonido comercial como Olé Olé, La Frontera o La Unión, por citar las más destacadas.

Su único sencillo fue producido y editado por el histórico sello rockero del periodista José Luis Álvarez, por entonces locutor de Radio 3. Los músicos implicados en la grabación fueron Lorenzo Martí Fullana (“Larry-El Cruel” o Larry Marty) a la voz y guitarra rítmica, José Vicente Balaguer “Kalssy” en la guitarra principal, Arturo Atienza al bajo y Fernando Ortega “Gato” tocando la batería.

El single fue publicado en 1985 bajo la marca Studio Group Records, subsello de Dial Discos del que Álvarez era propietario, e incluyó los temas “Atila” y “No te rindas”, ambos compuestos por “Larry” y “Kalssy”. Ellos mismos ejercieron la supervisión técnica en los estudios Torres Sonido, propiedad del gran músico Joaquín Torres. “El Pirata” recuperó el tema homónimo de la formación para su recopilatorio “Destrozando el olvido”.

A pesar de no contar con disco LP, Atila disfrutó de cierta popularidad underground. A ella colaboró decisivamente su imagen, que recreaba un salvajismo cavernario de lo más impactante: taparrabos/tangas prehistóricos, cadenas, largas barbas desaliñadas y una estética que en Madrid también esbozarían los primeros componentes de Muro. Esta peculiar puesta en escena era el complemento perfecto para su música, ruda y directa como pocas en la época, con Punk y Metal en una conjunción única y poderosa.

Inicialmente velaron sus armas de hierro en su zona de influencia, donde como ya hemos visto compartieron cartel con grupos que poco o nada tenían que ver con ellos con excesiva frecuencia. Esto mermó su impacto ante audiencias poco propicias. La contrapartida llegó con el apoyo del público en sus visitas a Barcelona y Madrid, donde se les acogió con calor y complicidad. En la capital presentaron su única referencia discográfica en la sala Argentina a finales de 1985.

Atila dejó su actividad dos años después. Larry había pasado a encargarse del bajo y la voz desde un año antes, encargándose “Kalssy” y Tomás Tamarit de las seis cuerdas. Con posterioridad formó parte de Yunque, banda que también editó un single, Jalaka e incluso una formación de Thrash Metal como H.A.A.R.P. Siempre activo, Larry tiene hasta su propio programa de radio.

En honor al legado y recuerdo imborrable de Atila, Discos Cada ha editado un single con dos canciones: la inédita “Más vicio” -que data de 1982- y la ya citada e imprescindible “Atila”. Contiene un díptico de cuatro hojas con información escrita y visual y un pequeño póster-collage con las imágenes promocionales más impactantes y “cavernarias” de esta singular formación levantina.

Leo Cebrián Sanz