Whitesnake – Ciudad de México – Pepsi Center WTC – 9 sept. 2016
La inmediatez que requiere hoy el público en que le llegue la información hace que escribamos la crónica de un concierto a la carrera, centrándonos en lo puramente musical. Pero alrededor hay muchas más cosas. Espero que estas notas adicionales os entretengan y –me dirijo al público europeo- descubráis que en México hay cosas que sí funcionan y no todo son los sucesos que la televisión os ofrece.
por Jon Marin
- La organización de la promotora Ocesa es perfecta. La prensa entra por una puerta exlusiva. Te registras, te ponen tu pulsera y adentro sin más problemas.
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El público, a la entrada, se encuentra con unos chicos y chicas de seguridad que registran todo el cuerpo y bolsos con esmero. Como entré con tiempo, observé que a una señorita le retiraban un bote de gotas. La de seguridad se lo muestra a un médico o similar, con bata blanca, situado cerca, éste lo examina y le acaban diciendo a la portadora que lo tiene que dejar en consigna. Como a veces pica el periodismo de investigación, me acerco al señor de la bata blanca y le pregunto. Me comenta que le había dicho que era un medicamento para la tensión y que éstos normalmente son inoloros, pero que le había olido a dulce y muchos psicotrópicos se caracterizan por ello; así que mejor retirárselo. «La experiencia nos ha enseñado», añade.
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Ya os contamos que la media de edad del público era elevada. Habría incluso abuelos, supongo, no hay mas que tener la misma edad que David Coverdale para que el hecho sea natural. Muchos padres, por supuesto, y afortunadamente algunos se traen a los vástagos para que vayan pillándole el sabor a un buen concierto.
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El concierto no era barato: Un solo grupo, sin telonero, por unos 40 euros o dólares aproximadamente, algo que es un lujo para, por ejemplo, un obrero mexicano. Y lo de la cerveza clama al cielo: Un vaso de cerveza nacional con capacidad de 750 cl., no llegaba al litro, ¡130 pesos! Eso son unos seis euros y medio. Si querías de importación, Heineken concretamente, no hablamos de una Guinness, la cosa subía a 150 pesos.
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Cuando los grupos llegan a México saben que no venderán mucho merchandising oficial. Aquí la venta de productos piratas (más baratos, claro) está a la orden del día y los puestos de la calle son numerosísimos y se colocan con toda tranquilidad e inmunidad a las puertas del recinto. Raro en esta ocasión, no había ni uno. Chicles, cigarrillos sueltos, hamburguesas… de eso sí, pero cosas de Whitesnake ¡nada! A la salida sólo vi que vendían caballitos de tequila –vacíos, lo llené luego- con el logo del grupo y por 50 céntimos de euro (10 pesos) no me pude resistir.
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Las camisetas –playeras- oficiales que dentro del recinto había se reducían a cuatro modelos, todos en negro. Ninguno me pareció atractivo y el precio: 350 pesos (algo más de 17 €).
- Coverdale sólo se cambió una vez de camisa. En la primera parte del concierto llevaba puesta una con la bandera mexicana y el logo de Whitesnake en el centro. Creo que no es nueva, bien esta u otra muy parecida ya la había utilizado en una visita anterior. Mientras interpretaba ‘Ain’t no love…’ le lanzaron una bandera del país, el respetable estalló en aplausos, y el cantante la extendió y mantuvo sobre su hombro durante el resto de la canción. En este país, todos comulgan con la bandera nacional y no hay polémicas.
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A nuestro protagonista le tiene que gustar Ciudad de México o lo bien que se lo pasa en ella. Hubo palabras de agradecimento al público y alabanzas a la capital, dijo que le encantaba.
- La cuenta de Twitter @davidcoverdale está siempre muy activa. El día previo a su concierto en CDMX y el mismo 9 de septiembre publicó varios tuits referentes. Entre ellos destacamos este:
«Hola From WHITESNAKE IN MEXICO!!!…SALUD!!!…:) XX»
Al día siguiente fueron también numerosos los mensajes de agradecimiento:
«Muchas Gracias, Mexico City…:) XX Pic by Sylvia»
«Amazing Hospitality, Beloved Mexico City…Muchas Gracias, MUCHACHOS Y MUCHACHAS!!!…:) XX»
«Muchas Gracias, Mexico…Hope To See You Soon!!!…:) XX»
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