Cualquiera les lleva la contraria. Ante una afirmación como la del título de su disco, «‘¡Sobran Hijos de Puta!», poco puede añadir uno. Zirrosis lleva el término «explícito» hasta su máxima expresión, como lo demuestra el siguiente y segundo tema de su último álbum. «Lidia Falcón» está dedicada a la primera gran feminista que defendió esa bandera en España, y que fue torturada por «Billy El Niño», uno de esos policías que han vivido su jubilación como la de un apacible rentista, sin tener que hacer frente a sus desmanes represivos.

Otras veces se relajan a base de bien, como en su segundo videoclip, «El bar», o se desmarcan con una de las primeras canciones dedicadas al «Jodido virus». También demuestran su faceta más lírica y/o cultural con la sorprendente adaptación de dos letras del poeta Federico García Lorca: «Romance de la pena negra» y «Reyerta». En 2013 ya musicalizaron dos poemas de Miguel Hernández, una herramienta de crecimiento artístico a la que ahora vuelven a recurrir.

Hoy por hoy, Zirrosis ha evolucionado en un estilo similar al de Boikot, incorporando nuevos instrumentos y sonoridades a su tradicional Punk-Rock Urbano. El equipo de Fútbol 7 lo forman Blas (voz), Miguel (guitarra y voces), Pascu (guitarra), Montañés (bajo), Juanpe (batería), Francis (trompeta y trombón) y Alberto Ramos (técnico de sonido), al que incluyen en los créditos como uno más de los compañeros. Entre los colaboradores de su grabación de 2021 destacan Kutxi, cantante de Marea y voz en un par de composiciones, así como la también vocalista Ana Andueza.

Por si alguien anda despistado, cabe recordar que Zirrosis tiene una trayectoria que tira para atrás, aunque por razones que no llegamos a entender su presencia en los festivales «del ramo» no ha sido la que se les debía. ¿Quizás es que no forman parte de una de esas agencias que se reparten el pastel de lo alternativo dentro del Rock por algunos llamado «estatal»? Quién sabe, quién sabe. En este sentido, resulta todo un ejemplo de generosidad y empatía que dediquen una de sus últimas letras -«Gracias por estar ahí»- «a la gente de producción, a los pequeños y grandes promotores, y a todos los que estáis detrás». Que tomen nota los colectivos aludidos de lo que es una actitud solidaria y constructiva.

Para los nuevos preceptores post-Covid 19, he aquí la obra legada: «Que No Nos Cierren Los Bares» (1997), «Kaña A Los Que Nos Quieren Pisar» (1999), «Cosas Ke No Arrastre El Viento» (2001), «Seguir Tragando… Sin Atragantarse» (2008), «Don Dinero» (2011), «…Sángrame Un Poco Más» (2013), «Directo Al Hígado» (2020) y el último de su serie, grabado en enero de este año y publicado hace escasas semanas. Han editado discos con Gor Discos, Discos Suicidas, Tintorrock Producciones, Santo Grial, Art de Troya Discos y la actual Rock Estatal Records, así que conocen bien los entresijos de esta parte de la industria musical.

Leo Cebrián Sanz