Imagen de portada: Black Rock / Baphomet / Emboque / Inntrance / Mandarrias Band / Tribal.
BAPHOMET – Metamorphosis (Santo Grial)
Este grupo del sur de Madrid, con nombre un tanto oscuro, nos presenta un disco en el que un Metal pesado con tempos relajados nos permite distinguir y disfrutar sus letras, cantadas con una voz realmente armoniosa. Con los pesados acordes consiguen oscurecer a la vez que abren nuestros oídos a un umbral de melodioso Heavy, algo Progresivo.
Compuesto de diez temas que mantienen bastante bien la línea musical del grupo, este ‘Metamorphosis’ nos da una hora de relax y tralla; disco y grupo de esos que, al escucharlos, nos contradicen el estado de ánimo con la realidad, así pues, aunque parezca que te relaja, te pondrá a tope. Con algún roce al Death en alguna voz que acaricia lo gutural, encontramos grandes temas como ‘Ciudad de nunca jamás’, donde se menciona al famoso Peter Pan en una letra muy bien desarrollada, y ‘Si no está el sol’ con una letra profunda con una melodía bastante bonita.
Baphomet, grupo interesante para seguir, y ‘Metamorphosis’, un disco que gustará a seguidores de varios estilos y lo recomendamos totalmente. ¡Vais a “phlipar”!
Juan A. Feíto López
BLACK ROCK – Todo al negro (Independiente)
Buen Hard Rock muy desacomplejado y sensual -Hard Rock pélvico lo llaman ellos, con todo bien plantadito y en su sitio: guitarras, teclados, voces dobladas, bota alta de cuero… El quinteto cuenta con una cantante femenina, Bárbara Black, que es una bomba sexual de mucho cuidado. Su voz recuerda a veces los registros más dulces e interpretativos de Leonor Marchesi en Santa.
Los madrileños han trenzado sus hilos para que el resultado sea agradable al oído, con un esmerado trabajo en los arreglos (esos pianos y coros que tiran hacia lo Gótico) y cierta variedad en las composiciones. Las letras de Black Rock hablan por igual de noches de desenfreno carnal o carreras en Harley que de ausencias, desengaños o fantasías oníricas. Material interesante, en el que colaboran buenos amigos de la escena capitalina: gente de Dawn Of Tears, Mr. Rock y Sonus Delay.
El disco agrada, pero su impacto habría sido mayor si hubieran respetado la ley no escrita del vinilo, esa que obligaba a seleccionar poco más de veinte minutos de música por cara. Era una limitación natural que venía que ni pintada para distinguir lo brillante de lo simplemente bueno.
Leonardo Cebrián Sanz
CICLÓN – Perdidos en el tiempo (Independiente)
Al más puro estilo de los Queensrÿche de 1983, este cuarteto madrileño “jasp” (jóvenes aunque suficientemente preparados), aunque también se trata de músicos veteranos, con muchas tablas y muchas horas de ensayo a sus espaldas, debuta con un mini elepé de puro caviar ochentero, cuyas coordenadas se debaten entre los Maiden seminales y unos Muro/ Sobredosis a flor de piel. Praxis ejemplar. En ‘Matar por matar’ sólo les queda añadir: “Alíate, alza tu bandera, la nuestra es la del Rock”. Aunque nos lo dejan bien claro en su última tonada: ‘Perdidos en el tiempo’, que da título al plástico: “Y se perdió la calle, la rabia y la ilusión… es el Heavy tu camino, ya no lo puedes dejar.”
Como afirmaban los Barones, “mi rollo es el Rock.” Qué gusto da contemplar que todavía hay bandas fieles a las esencias, al dulce Heavy barrial de los ochenta. Buenos tiempos para la lírica y para el Rock’n’Roll. A ver si pronto editan su ‘Warning’ particular.
Fran Llorente
EMBOQUE – Voy a por ti (Leyenda Records)
Rock norteño por derecho. Así podría calificarse la cuarta entrega de los cántabros Emboque, una formación de Hard-Rock sin conservantes ni colorantes, que suena muy cañera y entonada, y nos recuerda a sus vecinos geográficos Eco, la banda de Alberto Cereijo. Siguiendo unas pautas musicales parecidas a la de Avalanch, este cuarteto se ahorra manierismos y estériles virtuosismos para sumar una propuesta muy clásica y acertada.
Ojalá todos los grupos rockeros sonaran así de bien, así de limpios, así de cañeros, hasta se permiten guitarra clásica a lo ‘Innuendo’ en ‘Aníbal’, en homenaje al legendario guerrero cartaginés. Óscar Sancho de Lujuria pone su granito de arena haciendo de licántropo en ‘El consejo del lobo’, al tiempo que Derek Sherinian (Alice Cooper, Dream Theater…) muestra su talento en la comentada ‘Aníbal’, incitando a un espectacular duelo teclados-guitarra.
Lo dicho, un disco muy completo y bien producido. Lástima que la industria musical en estos momentos esté hecha escombros, pues los caminos se angostan para este tipo de propuestas, y grupos como Emboque necesitan asfaltadas autovías para transitar una carrera llena de obstáculos.
Fran Llorente
INNTRANCE – Impío (Independiente)
Con su nuevo disco, ‘Impío’, los madrileños Inntrance golpean doblemente la crisis, por un lado esquivan la económica regalando el disco a través de su web, detalle que les honra, y por otro golpean sin piedad la crisis de originalidad instaurada en buena parte del panorama musical estatal. Este ‘Impío’ desborda frescura y nuevas ideas, y aunque mantiene su identidad, hay evidentes cambios respecto a su antecesor, por un lado ahora se canta en castellano, y por otro el sonido gana en eclecticismo adquiriendo tintes aún más modernos y contemporáneos que su debut.
La palabra que mejor define este trabajo es equilibrio, tanto que se convierte en uno de los pilares y señas de identidad de la banda; ese balance está presente en la combinación de voces guturales/ limpias, en la alternancia entre contundencia y melodía, y en general en unos temas variados que huyen de la linealidad. Si a todo eso le unimos su madurez y el evidente mérito de sus composiciones, tenemos como resultado un disco atípico y recomendable. Todo un oasis entre tanta música yerma.
Juan José Díez
LOWFI – Lowfi (Octopus Records)
Trío italiano de Electro Pop, formado por dos gemelos (voces, bajo, guitarra y programación), un batería. Interpretan en inglés y rebotan en el Punk, el Grunge y los sonidos más oscuros para enriquecer la carga sintética de su sonido. Para orientarnos un poco, en 2009 participaron en un tributo a Syd Barret, la mente alucinada y genial de los primeros Pink Floyd. Tenían previsto editar su primera producción “larga” a finales del pasado mes de diciembre.
Leonardo Cebrián Sanz
MANDARRIAS BAND – El canto de las ranas (DFX)
En las fotos del libreto, dos de los cuatro músicos de esta banda canaria posan con camisetas de Rosendo y La Fuga. ¿Queda claro de qué hablamos? Sí y no… porque estos “mandarrianos” hacen un festivo Rock Urbano más acelerado y furioso de lo habitual. Del Punk al Metal, recordando a veces a los vascos Parabellum y otras a los mismísimos Motociclón.
Es su segundo disco tras su debut en 2008 con Producciones Malditas y ‘De corazón… Rock & Roll’. Mola escuchar la furia con un acento más cálido pero igual de airado, con ese sentido del humor tan ácido que se gasta la gente del archipiélago. Y además, que yo haya leído, son las primeras letras que plantan cara a la ola de prohibicionismo que nos asola. Éstos ya estaban fumando en la puerta de los bares antes de que llegara el Señor Estado a decirnos lo que es bueno y lo que no.
Leonardo Cebrián Sanz
SECRET SIGNS – Secret signs (Independiente)
Metal Gótico con voz femenina y operística al frente. La grabación tiene más de dos años de antigüedad. Nos la tomamos pues como una mera aproximación a su estilo. Han cambiado de cantante, así que queda pendiente juzgar si sus fundamentos han fraguado bien con la nueva vocalista. Lo que no entiendo es cómo esta gente no ha grabado ya un CD en una compañía independiente con ganas de abrir mercado. Ganas me dan de montar la mía propia…
Leonardo Cebrián Sanz
TRIBAL – El jardín de las polillas (Prod. En Crisis)
Una banda que viene a sumarse con fuerza al panorama Nu metalero y Crossover. Por sendas panterianas se deslizan con su segundo álbum, enarbolando un Metal abrasivo y sulfúrico que no deja títere con cabeza. Caña burra sin tregua: conjugando guitarras furibundas, al más puro estilo In Flames con el conocido Hardcore sepulturero, da como resultado un cóctel molotov de ácido intenso. Una mezcla no apta para paladares delicados que combina lo mejor de ambos mundos: velocidad y fortaleza, poderío entre voces líricas/ guturales. Lo mejor, la producción del disco, con un sonido muy limpio que amplifica las posibilidades de un combo en la flor de la vida, con una prometedora carrera por delante.
Fran Llorente
VHÄLDEMAR – Metal of the world (Independiente)
¡Coño! ¡Nuevo disco de Running Wild! Ah, no, que son Manowar, que no, que no… que es Gamma Ray, que no, cojones, que son de aquí y que son Vhäldemar, que vuelven tras siete años y, aunque haya pasado mucho tiempo, su música sigue sonando igual; esto sigue siendo de comer cadenas y cagar Metal. Pues eso, no por tópico y encasillado tiene que dejar de molar.
Juan José Díez